Es extenso el universo de periodistas que han informado a los habitantes de Aguascalientes y la región, a lo largo de muchas décadas. Todas y todos dejan su huella en las tareas informativas que realizan.
Este capítulo es dedicado al periodista Rodolfo Nieves Hermosillo, quien tiene una larga trayectoria en los medios de comunicación. Rodolfo, quien se encuentra jubilado desde hace varios años, cuenta que en sus tiempos mozos fue trabajador del ferrocarril en los desparecidos talleres locales que llegaron a ser los más importantes de América Latina. También se fue a Estados Unidos donde logró obtener la doble nacionalidad, razón por la culpa trabajó como secretario en la Armada norteamericana.
De regreso a tierras aguascalentenses, Rodolfo trabajó como reportero de la sección policiaca en el desaparecido diario Opinión, de efímera existencia, luego en EL SOL DEL CENTRO y también en El Heraldo. En los tres rotativos brilló por su sagacidad y capacidad, así como por su estilo agudo y crítico.
Nieves Hermosillo no se encasilló como reportero de la llamada nota roja, decidió dar un enorme paso y pidió la oportunidad de ser reportero de la sección local en El Heraldo de Aguascalientes.
Y comenzó a destacar en información general, pues se esmeró en conocer el teje y maneje del ámbito empresarial y económico, porque le asignaron como fuentes informativas todas las cámaras empresariales y colegios de profesionistas, así como organismos financieros dedicados a respaldar proyectos productivos de la industria, el comercio y los servicios.
A Rodolfo lo veía feliz con su trabajo. Y por azares del destino, en el año 2007, tuvimos la oportunidad de convertirnos ambos en conductores de un informativo en Radio y Televisión de Aguascalientes (RyTA), cuyo director general era el buen amigo licenciado Eduardo González Jiménez. Los dos, Rodolfo y un servidor, compartíamos el micrófono a través de la estación XENM Radio 1320 AM y en 92.7 FM, en combo. En ese entonces estaba en proceso de retiro la amplitud modulada para generalizar la frecuencia modulada.
El horario era de 6 a 9 de la mañana, de lunes a viernes, sin interrupción alguna. El segmento deportivo estaba a cargo de Alejandra Medina y la sección nacional e internacional con Carlos Oros.
Y a diario teníamos un invitado en el estudio, tanto funcionario gubernamental como dirigentes políticos, representantes sociales y obreros, académicos, profesionistas, etc.
El programa estuvo al aire alrededor de siete años, si bien en su última etapa Rodolfo decidió retirarse porque tenia necesidad de arreglar su pensión en los Estados Unidos.
De esta manera, poco tiempo después logró también jubilarse en El Heraldo, donde salió por la puerta grande.
Ahora está retirado de las actividades periodísticas. Y sabemos que, junto con su esposa también maestra jubilada, vive unos meses en esta ciudad donde reside sus hijo e hijas, y en Laredo, Texas. Es decir, se pasa largas temporadas en Aguascalientes y otras más en aquella ciudad texana, a lo largo del año.
Rodolfo Nieves Hermosillo un auténtico reportero de la vieja guardia, a quien le guardamos gran aprecio y cariño.
Ahora hablemos de otro reportero de El Heraldo, a quien de plano le perdimos la pista, Rogelio Flores Releves, quien prestó sus servicios en EL SOL DEL CENTRO en sus primeros años de actividad profesional.
Posteriormente emigró a El Heraldo, primero a la sección deportiva para luego saltar a información general. Rogelio cubrió por bastantes años la fuente eclesiástica, es decir, las labores del Obispo de Aguascalientes. Ahí ambos coincidíamos, él por El Heraldo y el que esto escribe por EL SOL. Nos veíamos al menos una vez por semana, en cada conferencia semanal del Pastor Diocesano, que eran los lunes, en ocasiones los martes cuando el dignatario eclesiástico estaba fuera de la ciudad.
Y en cada celebración religiosa de importancia, en Semana Mayor, en el Quincenario en honor de la Virgen de la Asunción o el 12 de diciembre en honor de la Guadalupana, o en alguna otra fiesta religiosa patronal.
Cuando Felipe González González llegó a la silla principal de Palacio Mayor uno de sus primeros nombramientos fue el de Rogelio como su director de Comunicación Social. Como subdirector designó al buen amigo José Luis Bonilla Barrón, reportero de Hidrocálido.