/ viernes 26 de julio de 2024

Café Fausto | Ficcionario

En un escenario distópico con el sistema neoliberal llevado al límite, Horacio Altuna nos comparte en su novela gráfica “Ficcionario” esa pesadilla del capitalismo salvaje, en este caso, no exenta de humor negro.

Lo sabemos, el mundo que nos ofrece el neoliberalismo no es un paraíso, es el camino para el empobrecimiento de millones de personas y el acceso a una vida de lujos para unos cuantos con privilegios que las mayorías no tendrán. Es un sistema que te ofrece la libertad de esforzarte hasta reventar para difícilmente mejorar tu situación económica, mientras los medios convencionales y la narrativa de ese régimen te repite que la meritocracia es la opción ante ese desastre que funciona con las reglas del mercado.

Pero, además de la evidente desigualdad social y económica, el neoliberalismo nos da también una sociedad plena de clasismo, racismo, discriminación, de un individualismo con su fuerte dosis de competitividad en la que, de acuerdo con sus reglas, si no eres apto, si no eres útil o productivo, eres desechable, y por supuesto te las tienes que arreglar solo.

De ese modelo llevado a un futuro distópico es lo que nos narra Horacio Altuna en su novela gráfica “Ficcionario” editado en la colección Popular Novela Gráfica del Fondo de Cultura Económica (FCE). De esta colección ya hemos comentado anteriormente, incluso de otra obra de Altuna editada en esta serie, me refiero a “Hot L.A.” una novela gráfica en la que nos cuenta con agilidad e intensidad las peleas de pandillas en California, Estados Unidos y los acontecimientos violentos en los barrios en la ciudad de Los Ángeles, luego del arresto de Rodney King en 1992 con saldo de 63 muertos, dos mil heridos y siete mil incendios.

En “Ficcionario” vemos a Beto Benedetti, un migrante en Estados Unidos sufrir la cotidiana injusticia de un régimen autoritario que fomenta y defiende un capitalismo salvaje con su clasismo llevado al límite, racismo, violencia y segregación, así como las consecuencias de esa dinámica social.

A través de diez historias cortas, no exentas de ironía y humor negro, nos comparte episodios diferentes para reconocer ese egoísmo vuelto sistema. Con lenguaje sencillo, ilustraciones bien logradas y realistas el autor nos sumerge en la atmósfera de una sociedad sin esperanza. Los invito a leer “Ficcionario” y a visitar las librerías del FCE y Educal que tenemos en esta ciudad.

DEL “PÁJARO Y LA FLOR”

La semana pasada comenté en este espacio respecto a las presentaciones en la Ciudad de México y Santiago de Cuba de la obra “El Pájaro y la Flor” que es una producción de mis amigos Dulce María Martínez Romero y Lucio Chávez, artista residente en Aguascalientes.

Al respecto deseo precisar algunos datos que en mi anterior entrega eran erróneos. Lo primero es comentar que el año pasado, durante el Festival del Caribe en Santiago de Cuba, Dulce María Martínez Romero se caracterizó de “La Catrina” en diversos momentos con varios performances.

Martínez Romero escribió, compuso y dirigió la obra “El Pájaro y la Flor” desde hace doce años, siendo en esta reciente producción la escritora, compositora, directora y coproductora, en tanto que Lucio fue productor, codirector, escenógrafo y arreglista de una pieza musical de la obra.

Para la producción de “El Pájaro y la Flor” en la Ciudad de México se contó con la participación de nueve artistas, en tanto que, para la obra montada en el Festival del Caribe, todos los artistas fueron cubanos.

En un escenario distópico con el sistema neoliberal llevado al límite, Horacio Altuna nos comparte en su novela gráfica “Ficcionario” esa pesadilla del capitalismo salvaje, en este caso, no exenta de humor negro.

Lo sabemos, el mundo que nos ofrece el neoliberalismo no es un paraíso, es el camino para el empobrecimiento de millones de personas y el acceso a una vida de lujos para unos cuantos con privilegios que las mayorías no tendrán. Es un sistema que te ofrece la libertad de esforzarte hasta reventar para difícilmente mejorar tu situación económica, mientras los medios convencionales y la narrativa de ese régimen te repite que la meritocracia es la opción ante ese desastre que funciona con las reglas del mercado.

Pero, además de la evidente desigualdad social y económica, el neoliberalismo nos da también una sociedad plena de clasismo, racismo, discriminación, de un individualismo con su fuerte dosis de competitividad en la que, de acuerdo con sus reglas, si no eres apto, si no eres útil o productivo, eres desechable, y por supuesto te las tienes que arreglar solo.

De ese modelo llevado a un futuro distópico es lo que nos narra Horacio Altuna en su novela gráfica “Ficcionario” editado en la colección Popular Novela Gráfica del Fondo de Cultura Económica (FCE). De esta colección ya hemos comentado anteriormente, incluso de otra obra de Altuna editada en esta serie, me refiero a “Hot L.A.” una novela gráfica en la que nos cuenta con agilidad e intensidad las peleas de pandillas en California, Estados Unidos y los acontecimientos violentos en los barrios en la ciudad de Los Ángeles, luego del arresto de Rodney King en 1992 con saldo de 63 muertos, dos mil heridos y siete mil incendios.

En “Ficcionario” vemos a Beto Benedetti, un migrante en Estados Unidos sufrir la cotidiana injusticia de un régimen autoritario que fomenta y defiende un capitalismo salvaje con su clasismo llevado al límite, racismo, violencia y segregación, así como las consecuencias de esa dinámica social.

A través de diez historias cortas, no exentas de ironía y humor negro, nos comparte episodios diferentes para reconocer ese egoísmo vuelto sistema. Con lenguaje sencillo, ilustraciones bien logradas y realistas el autor nos sumerge en la atmósfera de una sociedad sin esperanza. Los invito a leer “Ficcionario” y a visitar las librerías del FCE y Educal que tenemos en esta ciudad.

DEL “PÁJARO Y LA FLOR”

La semana pasada comenté en este espacio respecto a las presentaciones en la Ciudad de México y Santiago de Cuba de la obra “El Pájaro y la Flor” que es una producción de mis amigos Dulce María Martínez Romero y Lucio Chávez, artista residente en Aguascalientes.

Al respecto deseo precisar algunos datos que en mi anterior entrega eran erróneos. Lo primero es comentar que el año pasado, durante el Festival del Caribe en Santiago de Cuba, Dulce María Martínez Romero se caracterizó de “La Catrina” en diversos momentos con varios performances.

Martínez Romero escribió, compuso y dirigió la obra “El Pájaro y la Flor” desde hace doce años, siendo en esta reciente producción la escritora, compositora, directora y coproductora, en tanto que Lucio fue productor, codirector, escenógrafo y arreglista de una pieza musical de la obra.

Para la producción de “El Pájaro y la Flor” en la Ciudad de México se contó con la participación de nueve artistas, en tanto que, para la obra montada en el Festival del Caribe, todos los artistas fueron cubanos.