/ viernes 14 de junio de 2024

Café Fausto | Silvio Rodríguez “quería saber” 

Debe ser difícil ser Silvio Rodríguez, un cantautor que carga en cierta medida de manera involuntaria la etiqueta de ser el trovador de la Revolución Cubana, y sí, debe de ser difícil, porque al ser ya un clásico viviente en la música y la literatura de Nuestra América, quienes lo admiramos y seguimos sus pasos esperamos algo nuevo y mejor de su obra cuando presenta una novedad.

Miembro fundador del Movimiento de la Nueva Trova Cubana, Silvio Rodríguez ha grabado unos veintiséis discos en solitario a los que se suma en los que ha colaborado en colectivo o que sus letras de canciones han sido prestadas en especial para algún grupo como lo hizo con Síntesis con su obra “El hombre extraño” en 1994 y donde Silvio los acompaña con su voz solo en un tema. De sus libros con canciones que son en realidad poemas, creo que ya he comentado en esta columna.

Confieso que esperé con anhelo su nuevo disco “Quería saber”, lanzado en varias plataformas digitales el pasado 7 de junio del que en fechas previas mostró las canciones “Quería saber” y “América”, dos temas que me gustaron mucho y de los que comentaré más adelante.

La nueva obra de Silvio consta de once temas escritos entre 2015 y 2019, incluye un poema musicalizado del poeta cubano Rubén Martínez Villena que ya había grabado en 1974 con el Grupo de Experimentación Sonora del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) en el que colaboraron en la musicalización el propio Silvio y el legendario jazzista Emiliano Salvador.

En general, al escuchar el disco puedo percibir que existe una evolución en su estilo musical y manejo de los arreglos que viene desde su disco “Cita con ángeles” realizado en 2010 en el que comenzó a conformar su propio ensamble musical, se trata piezas que logran una atmósfera más relajada con el uso de cuerdas, vientos sobre todo flauta y percusiones.

Este proceso evolutivo en cuanto a sus producciones solamente se ve interrumpido con “Para la espera” del 2020 realizado solo con guitarra y “Silvio Rodríguez con Diákara” del 2021, que es la recuperación de las grabaciones realizadas en México a comienzos de la década de los noventa con un estilo orquestal similar al desarrollado con los grupos Afrocuba e Irakere.

En realidad, el disco inmediato anterior a “Quería saber” es “Para la espera”, una obra desarrollada en plena pandemia en la que agrupa temas escritos entre 2010 y 2018. “Para la espera” es lo que podría llamarse un disco urgente en tiempos de encierro, un canto de esperanza y de reflexión en el cautiverio forzado por ese momento inédito y una oportunidad de volver al Silvio Rodríguez del origen, al de la guitarra, como lo escuchamos en legendarias producciones como “Al final de este viaje” o “Mujeres” ambos de 1978.

En “Quería saber” aborda diferentes ritmos y por momentos la orquestación de vuelve más rica y variada, de esos once temas recientes destaco “Danzón para la espera” que ya había grabado con solo guitarra en el disco “Para la espera” y que ahora lo recupera con una cadenciosa y bien lograda orquestación que por cierto grabó en una tercera versión con la Orquesta Failde.

Silvio ofrece en su nuevo disco los temas “América”, “Viene la cosa”, “De pronto la tatagua”, “Para no botar el sofá (canción editorial)”, “Danzón para la espera”, “La cuota diaria”, “Ciudad”, “Nuestro después”, “Quería saber”, “Ángel ciego” y “Tonada para dos poemas de Rubén Martínez Villena” en los que aborda intimistas, algunos casi cotidianos y sociales, siempre con profundo sentido autocrítico y comprometido con su propuesta ideológica coincidente con el proceso revolucionario cubano.

En “América”, Silvio le canta al espejismo del sueño estadounidense, al embrujo que provoca y lo que es ese falso sueño en el que expresa que “La luz me guarde / del abrazo de América, / de su mirada, / de su hechizo de amor. / De madrugada / se oye el llanto de América / y se parece al dolor”. En tanto en “Danzón para la espera” es el canto festivo para los solitarios en tanto pueden darse los reencuentros.

“Quería saber” es una canción en el que reitera su postura de que “si saber no es un derecho, / seguro será un izquierdo” de su tema “Escaramujo” de 1994, es una declaración, pienso autobiográfica, de su anhelo de descubrir y aprender como forma del crecimiento y mejoramiento humano, a pesar de los riesgos, pues “quería saber / y puse proa al horizonte, / sabiendo que era de Caronte / pasajero”.

En “Para no botar el sofá”, es una canción autocrítica, anti dogmática y muy revolucionaria sobre la realidad actual en la isla que más de un despistado podría sorprenderse, sin darse cuenta que esa es precisamente la maravilla y la lucidez del mensaje poético de Silvio.

Respecto a “Tonada para dos poemas de Rubén Martínez Villena” solo expresaré que la versión de 1974 es de mis favoritas, y que esta es también increíble, en principio porque admiro a ese poeta y su obra y porque Silvio logra reflejar la intención del autor en la manera de interpretarlo. Los invito a escuchar esta nueva producción de Silvio, que la disfruten, pero sobre todo que lo escuchen y lean.