Hace unas semanas visité a un emprendedor sénior que recientemente había iniciado un negocio inmobiliario de manera bastante artesanal. Muy orgulloso, me invitó a conocer sus nuevas oficinas y me dio un recorrido por cada una de las áreas que estaba acondicionando, presumiendo los acabados y el mobiliario.
Sin embargo, cuando le pregunté sobre la construcción de su branding corporativo y de sus desarrollos inmobiliarios, la respuesta fue: “Es que estoy inviertiendo todo el dinero en las oficinas”. Dicho esto, me mostró un logotipo nuevo de su holding que, además de incurrir en infracción de derechos de propiedad industrial, parecía hecho por él mismo, de manera casera. Mi consejo simplemente fue: “Revisa tu marca para evitar que el IMPI te rechace el registro”.
Una marca (personal o corporativa) es tu carta de presentación, es tu rostro y personalidad que mostrarás a tus clientes y comunidad. Si te invitan a una boda cuyo código de vestimenta es de etiqueta, no asistirías vestido con pants, ¿cierto?
Para que no te suceda lo mismo, te comparto seis factores clave que debes analizar antes de crear tu marca y que te ayudarán a construir su posicionamiento.
- Naming
El naming es el proceso de creación y selección del nombre de una marca. Es un componente esencial del branding porque el nombre es a menudo el primer punto de contacto que los consumidores tienen con la marca. Un buen nombre debe ser:
- Memorable: Fácil de recordar y pronunciar.
- Relevante: Reflejar la esencia de la marca y su propuesta de valor.
- Único: Debe diferenciarse de los competidores.
- Flexible: Capaz de crecer y adaptarse a diferentes contextos.
- Protegible: Debe poder registrarse y protegerse legalmente para evitar conflictos de propiedad intelectual.
- Imagotipo
El imagotipo es un elemento gráfico que representa visualmente a una marca sin necesidad de incluir su nombre. Es una imagen o símbolo que, por sí solo, es capaz de evocar la identidad de la marca. Las características de un buen imagotipo incluyen:
- Simplicidad: Debe ser simple y fácil de reconocer.
- Memorabilidad: Debe ser memorable y fácil de recordar.
- Versatilidad: Debe funcionar bien en diversos tamaños y aplicaciones, desde tarjetas de visita hasta vallas publicitarias.
- Relevancia: Debe estar alineado con la identidad y valores de la marca.
- Originalidad: Debe ser único para evitar confusiones con otras marcas.
- Diferenciación
La marca debe destacarse de la competencia, ofreciendo algo único que atraiga a los clientes. La diferenciación se logra mediante una propuesta de valor clara y distintiva que comunique lo que hace a la marca especial.
- Comunidad
Identifica a tu audiencia clave, incluyendo clientes, empleados y socios, que son fundamentales para el éxito de tu marca. Construir una comunidad leal y comprometida puede proporcionar un apoyo crucial y un feedback valioso para el crecimiento y desarrollo de la marca.
- Competencia
Conocer a tus competidores te permite encontrar oportunidades de mejora y áreas en las que puedes sobresalir.
- Categoría y Contexto del Mercado
Define el marco de referencia del mercado en el que compites. Considera las las tendencias económicas, sociales y tecnológicas, que pueden influir en la percepción y el desempeño de tu marca.
Después de un tiempo, el emprendedor me confesó que se había terminado el presupuesto de marketing y no pudo concluir de acondicionar las oficinas…se quedó como “el perro de las dos tortas”, sin oficinas nuevas y sin una marca poderosa para su negocio.
Invertir en la construcción de tu marca desde el inicio es crucial. No subestimes la importancia de un buen branding. Un branding sólido puede hacer la diferencia entre el éxito y el fracaso.
"El branding no es solo un logotipo; es la experiencia completa que ofreces a tus clientes.” Manuel Lugo