/ miércoles 7 de agosto de 2024

En el debate sobre transparencia, menos confrontación y más propuestas

El pasado lunes 5 de agosto, las y los Comisionados de los 32 Organismos Garantes de Transparencia en el país, incluidos los cuatro Comisionados que actualmente formamos parte del Pleno del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), tuvimos una reunión histórica de trabajo para escuchar diferentes puntos de vista en la defensa del derecho a saber y la protección de datos personales en México.

Como siempre lo he dicho, una de las principales fortalezas del Sistema Nacional de Transparencia (SNT) es la unidad de sus miembros. Es evidente el riesgo latente que atravesamos tanto el INAI como los institutos locales. Estamos a unos días de que se aborde en comisiones de la Cámara de Diputados la desaparición de distintos organismos autónomos, entre ellos el INAI. Si no actuamos en bloque y con lucidez, cualquier defensa parece imposible.

Sabemos que el derecho a la información y la protección de la privacidad son pilares de la democracia, y que desaparecer al INAI —como organismo autónomo encargado de tutelar estos derechos— es debilitar la democracia misma. Sin embargo, es fundamental pensar qué podemos ofrecer nosotros en esta nueva coyuntura política. No vale la pena ir a la confrontación ni al debate descalificativo, por el contrario, necesitamos propuestas en beneficio de la gobernabilidad y las libertades en México.

El INAI debe ir a una reingeniería para optimizar funciones, presupuesto y recursos humanos. Podemos fusionar algunas áreas que realizan funciones similares. Ante el escenario actual, potenciar el recurso disponible es la respuesta. También es posible también reducir las erogaciones relacionadas con viajes internacionales.

Me parece que lo mismo deben plantear nuestros pares locales. No olvidemos que la reforma contempla la extinción no solo del INAI, sino de los 32 organismos garantes locales, por lo que la afectación sería en lo ancho y largo del país, el peligro de retroceso es real, pero también la oportunidad de salir fortalecidos, de hacer más con menos por el bien de México.

Necesitamos una comunicación más directa y clara. Personalmente, en los últimos meses me he dedicado a realizar acercamientos con las nuevas autoridades electas. Lo he hecho para combatir la desinformación. Es preciso explicar, por ejemplo, qué hace el INAI y cuál es la diferencia con la Secretaría de la Función Pública. Mostrar que en ambas instituciones no existe la duplicidad de funciones, ni la absorción del INAI representa un ahorro como se espera.

Asimismo, también he estado dispuesta a recibir dudas legítimas o propuestas de sectores de la población que buscan mejorar la administración pública. Por ello, es importante identificar las áreas de oportunidad que deben ser atendidas para continuar garantizando los derechos humanos fundamentales en nuestro país de una manera más eficiente y eficaz.

Considero trascendental que cada organismo local de transparencia, con respeto y apertura, se sume a insistir en el acercamiento con las nuevas autoridades. Afortunadamente contamos con múltiples apoyos de la sociedad civil, de periodistas, académicos, y miles de ciudadanos que nos respaldan.

Sin duda existen vías legales, pero al momento vale la pena continuar apostando por tender puentes de comunicación.

El pasado lunes 5 de agosto, las y los Comisionados de los 32 Organismos Garantes de Transparencia en el país, incluidos los cuatro Comisionados que actualmente formamos parte del Pleno del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), tuvimos una reunión histórica de trabajo para escuchar diferentes puntos de vista en la defensa del derecho a saber y la protección de datos personales en México.

Como siempre lo he dicho, una de las principales fortalezas del Sistema Nacional de Transparencia (SNT) es la unidad de sus miembros. Es evidente el riesgo latente que atravesamos tanto el INAI como los institutos locales. Estamos a unos días de que se aborde en comisiones de la Cámara de Diputados la desaparición de distintos organismos autónomos, entre ellos el INAI. Si no actuamos en bloque y con lucidez, cualquier defensa parece imposible.

Sabemos que el derecho a la información y la protección de la privacidad son pilares de la democracia, y que desaparecer al INAI —como organismo autónomo encargado de tutelar estos derechos— es debilitar la democracia misma. Sin embargo, es fundamental pensar qué podemos ofrecer nosotros en esta nueva coyuntura política. No vale la pena ir a la confrontación ni al debate descalificativo, por el contrario, necesitamos propuestas en beneficio de la gobernabilidad y las libertades en México.

El INAI debe ir a una reingeniería para optimizar funciones, presupuesto y recursos humanos. Podemos fusionar algunas áreas que realizan funciones similares. Ante el escenario actual, potenciar el recurso disponible es la respuesta. También es posible también reducir las erogaciones relacionadas con viajes internacionales.

Me parece que lo mismo deben plantear nuestros pares locales. No olvidemos que la reforma contempla la extinción no solo del INAI, sino de los 32 organismos garantes locales, por lo que la afectación sería en lo ancho y largo del país, el peligro de retroceso es real, pero también la oportunidad de salir fortalecidos, de hacer más con menos por el bien de México.

Necesitamos una comunicación más directa y clara. Personalmente, en los últimos meses me he dedicado a realizar acercamientos con las nuevas autoridades electas. Lo he hecho para combatir la desinformación. Es preciso explicar, por ejemplo, qué hace el INAI y cuál es la diferencia con la Secretaría de la Función Pública. Mostrar que en ambas instituciones no existe la duplicidad de funciones, ni la absorción del INAI representa un ahorro como se espera.

Asimismo, también he estado dispuesta a recibir dudas legítimas o propuestas de sectores de la población que buscan mejorar la administración pública. Por ello, es importante identificar las áreas de oportunidad que deben ser atendidas para continuar garantizando los derechos humanos fundamentales en nuestro país de una manera más eficiente y eficaz.

Considero trascendental que cada organismo local de transparencia, con respeto y apertura, se sume a insistir en el acercamiento con las nuevas autoridades. Afortunadamente contamos con múltiples apoyos de la sociedad civil, de periodistas, académicos, y miles de ciudadanos que nos respaldan.

Sin duda existen vías legales, pero al momento vale la pena continuar apostando por tender puentes de comunicación.