/ jueves 30 de mayo de 2024

Fuera de Agenda / El sexenio de la indignación

Cuando la contrainteligencia militar falla, en el Ejército asoma entre otras cosas el tamaño del descontento e indignación contra el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas y el alto mando militar. En días pasados comenzó a circular en redes sociales un escrito con la foto de un soldado que perdió la vida en un enfrentamiento entre civiles armados y militares el 21 de mayo en Nuevo Laredo, Tamaulipas. La imagen va acompañada del audio tomado de la frecuencia de radiocomunicación entre uno de los soldados que pide apoyo mientras auxilia a su compañero, y otro que responde solicitando la ubicación en tiempo real. Con ese fondo, el texto tiene una docena de párrafos y enunciados con una llamada de atención para Andrés Manuel López Obrador y el general Luis Crescencio Sandoval González en el contexto de la jornada electoral del domingo 2 de junio. Ahí les dicen que no tengan duda y subrayan, “nuestra lealtad está con la patria, no con el hijo de p… que nos mandó custodiar cargamentos de narcotraficantes en la indignidad servil de protegerlos cuando ellos han sido nuestros malditos sicarios”.

“Contra los cárteles, la tropa pusimos el pecho, los muertos; los hermanos de armas, las viudas y los huérfanos, por eso es miserable que nos hayan convertido en escoltas de narcos”.

El mensaje es reflejo del sentir mayoritario entre la tropa, oficiales y un sector del generalato, así como un importante sector de la Marina, contra lo que fue la fallida política del presidente de la República que permitió el empoderamiento territorial del crimen en gran parte del país y que tiene en jaque la seguridad del Estado. Dice el texto: “Reconocemos en la mayorìa de nuestros superiores una alta respetabilidad y honor, pero dentro de la institución todos sabemos quién es quién, ni modo que no, si vivimos juntos”.

Al general Sandoval González se le ha criticado en distintos círculos militares por la ostentación y lujos que se le han documentado a lo largo de su gestión como secretario de la Defensa Nacional. La sospechas de malos manejos crecieron después de que la prensa exhibió las adjudicaciones directas, sin licitación, de obras y compras millonarias a empresas creadas al vapor y con domicilios en inmuebles abandonados o que no corresponden al giro del servicio por el que se les otorgó el contrato. Su paso por la Sedena quedó dividida en un antes y un después de la publicación de los documentos con el derroche en viajes para sus familiares a distintas ciudades de Europa y la compra a un proveedor a un precio menor de su valor de un departamento de lujo en Bosque Real, en Huixquilucan, Estado de México.

La falta de liderazgo de Sandoval, más allá de la idolatrìa que le profesan la camarilla de generales beneficiados con ascensos, agregadurías y cargos de primer nivel, es uno de los factores que han abonado a la crisis interna en el Ejército y que se asoma en redes sociales. El general sabe que el desastre en la seguridad interior que queda como legado del presidente López Obrador le pasará factura en el futuro, cuando quede más clara la evidencia que documentó en días pasados la organización Crisis Group en su informe sobre México que tituló “El laberinto de los generales. Crimen y militares en México”.

@velediaz424

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