El mobbing no solo destruye la confianza en sí mismo, también llega a tener repercusiones en el bienestar físico, mental y social del colaborador, por lo que considero importante iniciar definiendo al mobbing o acoso laboral, como una forma de violencia psicológica que tiene lugar en el área de trabajo y que llega a tener efectos profundamente dañinos sobre el bienestar emocional de una persona. En este sentido la vida entera de quien lo vive se convierte en una batalla constante por sobrevivir en un entorno hostil que día con día devora su estabilidad emocional y física, ya que involucra acciones como la exclusión, críticas constantes e incluso desprecio hacia una persona con el objetivo de humillarla, desequilibrarla llevándola en muchas ocasiones a abandonar su empleo ya que estos ataques suelen ser constantes y provenir de superiores o compañeros de trabajo.
Hablemos de algunos de los efectos emocionales que genera el mobbing:
Autoestima baja: Las críticas constantes y el trato despectivo afectan la percepción que la persona tiene de sí misma, minando su confianza y autoestima.
Ansiedad: El constante maltrato provoca un estado de alerta permanente, generando estrés crónico y ansiedad, la cual es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones de peligro o estrés. Se trata de una emoción normal y necesaria para la supervivencia, ya que prepara al organismo para enfrentar amenazas o desafíos, pero no debemos dejar de visibilizar que cuando la ansiedad se vuelve excesiva, puede transformarse en un trastorno que afecta significativamente la vida diaria de una persona.
Depresión: La humillación constante y la sensación de impotencia o frustración pueden llevar a la persona a un estado depresivo. En este sentido “la depresión es considerada un trastorno del estado de ánimo que afecta profundamente cómo una persona se siente, piensa y maneja sus actividades diarias”. Va más allá de la tristeza ocasional y se caracteriza por una sensación persistente de vacío, desesperanza o desinterés por las cosas que antes generaban placer.
Es importante visibilizar que, aunque el mobbing (acoso laboral) es principalmente un fenómeno psicológico y emocional, también puede tener importantes repercusiones físicas como:
Fatiga crónica: El estrés constante puede derivar en agotamiento físico y mental, lo que afecta el rendimiento y la salud.
Trastornos del sueño: El insomnio o el sueño interrumpido son comunes debido a la ansiedad y el malestar emocional.
Dolores físicos: Dolores de cabeza, tensión muscular y problemas digestivos son síntomas comunes del estrés prolongado relacionado con el mobbing.
Trastornos Alimenticios: el mobbing genera ansiedad y esta puede tener un impacto significativo en los hábitos alimenticios de las personas.
El estado de ánimo afectado por el acoso laboral puede influir negativamente en las relaciones familiares y sociales, creando tensiones o distanciamiento.
La pérdida de interés en el trabajo y la sensación de inutilidad puede llevar a la persona a reducir su productividad, se ausente con frecuencia o incluso se incremente al número de incapacidades y/o ausentismo, afectando significativamente la calidad de vida de la persona en un plano general.
Es por ello que resulta sumamente importante que existan políticas claras dentro de la empresa para tratar con protocolos adecuados este tipo de acoso, y de manera personal establecer estrategias para mitigar el impacto del mobbing, como lo son:
Desarrollar habilidades para la gestión de las emociones: Técnicas como la meditación, la relajación y el ejercicio físico regular son útiles para manejar el estrés y mejorar el bienestar físico y emocional.
Buscar acompañamiento profesional: La terapia psicológica puede ser fundamental para lidiar con el impacto emocional del mobbing, ya que ayuda a manejar el estrés y a restaurar la autoestima.
Contar con una red de apoyo: Que puede estar integrada por amigos, familiares y compañeros de confianza puede ayudar a reducir el aislamiento y ofrecer un espacio para compartir emociones.
Tomar medidas legales: En casos más graves sí el mobbing persiste y no se resuelve internamente, es importante recurrir a instancias legales o sindicales para proteger los derechos laborales y buscar justicia.
Visibilizar el mobbing es importante, por ello si actualmente consideras que tú o alguna persona cercana a ti está viviendo una situación como la que he descrito, quiero compartirte la siguiente reflexión, enfrentarse con el mobbing es agotador física, mental y emocionalmente, por lo que es importante que practiques técnicas de manejo del estrés y cuides tu salud mental. No des lugar a que el mobbing defina tu valor ni a nivel personal, ni profesional.
Establecer límites ante el mobbing es un proceso desafiante, pero puede ayudar a detener el abuso y mejorar tu bienestar en el trabajo e incluso en tu vida cotidiana, por lo que es importante actuar con firmeza y, si la situación no mejora, buscar ayuda externa para proteger tu integridad.
Janette Rodríguez
Directora General DIA1
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