El “segundo piso de la cuarta transformación”, así le denominó la presidenta electa de México, la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, a su próximo periodo de gobierno que iniciará el primero de octubre de 2024.
En el séptimo congreso nacional extraordinario del Movimiento de Regeneración Nacional, en su último discurso, Claudia Sheinbaum, previo al permiso solicitado para dejar de ser militante temporal del partido mientras dure su mandato constitucional como presidenta de la república, dejó algunas reflexiones a militantes, especialmente a quienes a partir de ese día dirigirán el partido Morena. Aquí algunas de ellas, que desde mi particular punto de vista son las más relevantes:
UNO: “El valor de la unidad… se construye en base a principios, en las causas por las que hemos siempre luchado, en el reconocimiento de que juntos y juntas somos invencibles y en la madre de todos los anhelos: el bienestar del pueblo de México y el interés supremo de la patria que están por encima de cualquier interés personal, por más legítimo que sea. No apostemos a la división interna, jamás. Todos y todas tenemos que aportar; recordemos, como dice el presidente, la política es principios, pero también es eficacia.”
DOS: “Todos los militantes de Morena deben comportarse con honestidad y sencillez. La parafernalia del poder es del pasado de corrupción y de privilegios, no caigamos nunca en la frivolidad, en el consumismo y en la ambición por el poder y el dinero. Morena es el instrumento del pueblo de México; Morena es pueblo.”
TRES: “Que nunca se permita el amiguismo, el influyentísimo y el nepotismo, ni tampoco el sectarismo o el exceso de pragmatismo sin principios. Morena debe ser luz de honestidad y ejemplo para toda la sociedad.”
OCHO: “Los gobiernos de Morena deben garantizar austeridad republicana, honestidad y la cercanía con el pueblo, y el principio de que por el bien de todos, primero los pobres… No puede haber colusión con la delincuencia, ni con la organizada, ni con la de cuello blanco.”
DIEZ: “Luchemos siempre, siempre contra la discriminación, el racismo, el clasismo, el machismo y tengamos la certeza de que somos un instrumento del pueblo para seguir empoderándolo y con ello garantizando la transformación de México para alcanzar siempre más justicia y democracia en nuestro país.”
Finalmente, la presidenta electa reflexiona: “No creemos en el consumismo, ni en el poder del dinero, ni en la avaricia y no, no nos arrodillamos nunca frente al poder del dinero, ni frente a ningún poder extranjero. Creemos en un pueblo de libertades, en un México de libertades, de justicia, un México soberano de democracia verdadera, donde el que mande sea siempre el pueblo de México.”
Coincidentemente, el presidente AMLO, con CSP, quien se hizo presente mediante un mensaje (carta), a través del presidente del consejo nacional del partido, se despide de la siguiente forma: “Me retiro de la política, de la vida pública y de la militancia partidaria con un enorme agradecimiento al pueblo… Mi tarea está por concluir en unos días, pero este gran partido tiene mucho camino por delante. Antepongan siempre el interés de México y las necesidades de la gente a los afanes y las rencillas personales; fortalezcan la hermandad, el compañerismo y la institucionalidad en el partido; mantengan siempre la unidad, la humildad y la honestidad; no permitan que los antiguos vicios y perversiones de la política florezcan en nuestras filas; eviten la prepotencia, la búsqueda del poder por el poder, la soberbia, la corrupción, el nepotismo y el sectarismo; no roben, no mientan, no traicionen nunca al pueblo y sigan construyendo la nación soberana, democrática, justa, libre y amorosa que imaginamos cuando empezamos nuestro caminar. Muchas gracias y hasta siempre.”
Al pueblo genuino, auténtico, no queda duda de las reflexiones compartidas por ambos líderes. Es claro que, cada vez somos más los mexicanos que comulgamos con el nacionalismo humanista. El movimiento es vasto en liderazgos locales que actúan desde diferentes trincheras y juegan un papel importante en la transformación de sus municipios, estados y el país.
Empero, lo tenemos que decir; también se encuentran filtrados en el movimiento oportunistas, holgazanes que se han valido de las coyunturas políticas, como las ahora vividas, para arrebatar a costa de lo necesario espacios de representación o espacios públicos, sin dimensionar el daño que causan al movimiento.
La historia así lo registra: sinsabores insuperables. No faltan personajes que violentan física o verbalmente, discriminan, dividen, construyen sectarismo, son deshonestos, soberbios y prepotentes.
Por supuesto que de esos no nos ocuparemos por ahora. No significa que esos personajes sean inexistentes en el movimiento; son los menos, pero los hay.
Pensando en nuestra realidad, aceptemos la filtración de personajes non gratos en varias partes del país, a lo largo y ancho del territorio nacional. ¿Debemos considerarlo como una condicionante de la política? No lo sé; pero los hay.
Al igual que las virtudes, los vicios humanos no deben sorprender; los opuestos se encuentran donde hay humanos, así lo registra la historia.
Regresando a lo deseable; a esos ideales y recomendaciones de AMLO en una de sus conferencias mañaneras, decía: habrá que tomar en cuenta tener a la mano una libreta y un bolígrafo para escribir cuantas veces sea necesario lo bueno del ser, debe ser y hacer; ese debe ser el camino a la felicidad, decidir por convicción —no por interés personal o de grupo—, actuar bajo los principios que rigen al movimiento.
Actuemos con responsabilidad; tenemos una gran oportunidad… escribir nuestra historia, el humanismo mexicano del siglo XXI.
Eulogio Monreal Ávila
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