Celaya, Gto.- A través de sus muros, con sus arcos coloniales, sus árboles seniles y sus lámparas nostálgicas, la ex hacienda San Juanico cuenta un importante capítulo de la historia de Celaya y preserva su legado cultural.
En el catálogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se tienen registradas 17 haciendas rústicas y agrícolas en esta región, pero en el siglo XVIII llegó a haber más de 60.
La ex hacienda San Juanico es una hacienda de Celaya que se encuentra en la cabecera municipal; es una finca que data de fines del siglo XVII y principios del XVIII, y en los planos de Celaya a mediados del siglo XVIII, en el año 1767, ya aparece con ese nombre; por lo que ha formado parte de diferentes propietarios.
El nombre de San Juanico, viene de San Juan Nepomuceno, que fue un santo que tuvo mucha devoción por parte de los jesuitas, las órdenes religiosas recibían y adquirían bienes, pero también podían recibirlos en donación para diversas causas, por lo que probablemente haya formado parte de su patrimonio, de ahí que viene el nombre.
Los datos más puntuales se tienen hacia fines del siglo XIX y principios del siglo XX, fue una hacienda que perteneció en un tiempo a la familia Velasco, vinculada con el señor Ignacio Velasco, quien fue el primer presidente de la ciudad de Celaya, también perteneció a principios del siglo XX a la familia Alcázar, del señor Ramón Alcázar, originario de Guanajuato capital y era un empresario minero que usaba esta hacienda como su lugar de descanso.
En 1929 cuando se da la gran depresión económica en Estados Unidos, muchos negocios quedaron endeudados y se fueron a la quiebra, sobretodo empresas de gran estructura en México y una de ellas fue la empresa minera de don Ramón Alcázar, la cual quedó muy endeudada, mencionando que Ramón era coleccionista, por lo que reunió una gran colección de antigüedades que el gobierno le incautó para pagar todas las deudas que tenía; sin embargo el gobierno mexicano vio que era extraordinaria la colección, que decidió entregarla al Museo Nacional de Historia en el Castillo de Chapultepec, cuya colección se exhibe parcialmente en el área del Alcázar del Castillo de Chapultepec, colección muy importante de Guanajuato y Celaya.
Es importante señalar que el hijo de Ramón Alcázar y su nieto llegaron a ser propietarios de la finca, la cual pasaron a otros propietarios.
Durante las Batallas de Celaya, la hacienda fue tomada y en algún momento ocupada por el general Joaquín Amaro, quien fue el reestructurador del ejército nacional mexicano, siendo un punto estratégico para el movimiento de las fuerzas constitucionalistas.
Lo único que se conserva es la casa grande, ya que en torno a esta finca existían muchas hectáreas de cultivo y seguramente toda una infraestructura hidráulica.
Se conserva además el portal que es el más antiguo de origen novohispano, modificado en el siglo XIX, está la capilla estilo ecléctico, que recuerda estos templos marianos europeos, con cierta inspiración neoclásica.
En cuanto a la capilla, ahí se encuentra una imagen de la Virgen de Lourdes que, a principios del siglo XX, fue muy divulgada su devoción por sus apariciones en Francia; además de destacar que fue en este lugar en donde se casó se Martha Sahagún con su primer esposo Manuel Bribiesca.
En la parte alta de esta hacienda se encuentran las habitaciones, en la parte inferior se conservan algunos espacios como el recibidor, despacho, cocina con el fogón original, además de un sanitario con los muebles originales.
Dentro de esta historia, los últimos trabajadores de la finca, comentaban que llegó a vivir una chica, quien llevaba el nombre de Joaquina y ocupaba la habitación sobre el pórtico, naciendo una leyenda urbana que precisa que es ella la que espanta y anda penando en el lugar, siendo este personaje mencionado en la miniserie Las Batallas de Celaya, producida por Erick del Castillo, destacando que en los baños de las mujeres de este sitio, en donde antiguamente era la sacristía, fueron encontrados los restos humanos de esta mujer, por lo que se dice que ahí existe una alteración de energía.
En cuanto a las fotografías antiguas y objetos que había en esta finca, se desconoce su paradero, sin embargo en el lugar se conserva una placa del despacho de uno de los descendientes, además de un mapa y una caja fuerte.
Debido a que la ex hacienda está catalogada como monumento histórico, sus propietarios han hecho solo algunos trabajos de restauración, dado el costo tan alto que requiere su mantenimiento.
Cabe destacar que ante esta situación, la mayoría de las haciendas, incluida esta, tienen otros usos, algunas son habilitadas como casas de campo, salones de fiesta o restaurantes, siendo espacios que se arrendan, por lo que los propietarios buscan la manera de que no colapsen y se sigan conservando.
La ex hacienda se encuentra ubicada en el camino San José de Guanajuato.
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