Abasolo, Gto.- A las faldas de la Sierra de Huanímaro, en el pintoresco municipio de Abasolo, Guanajuato, se encuentra un imponente promontorio conocido como El Brinco del Diablo.
Esta formación natural, antes llamada "El cerro de los tres picachos", por las tres cúspides que sobresalen hacia el cielo, es el escenario de una de las leyendas más intrigantes y tradicionales de la región.
Los habitantes de Abasolo y sus alrededores se reúnen para celebrar una romería, en conmemoración de un evento que, según la tradición oral, ocurrió hace muchos años, cuando un extraño fenómeno estremeció al pueblo.
Todo comienza cuando los vecinos del lugar se preparan para el tradicional paseo. Al arrear burros cargados de madera hacia el pequeño valle detrás de los picachos, se desata una tormenta feroz. Gruesas nubes se arremolinan en lo alto del cerro, liberando un torrente de agua y viento. Los vecinos, confundidos y asustados, apenas pueden avanzar bajo el fuerte temporal. Sin embargo, lo que más los inquieta es la visión de un hombre vestido de negro, que aparece saltando entre los picos del cerro cada vez que un relámpago ilumina el oscuro panorama.
Los habitantes, aterrados, corren de regreso al pueblo y buscan al párroco, el señor cura Don Efrén Urincho, para relatarle lo sucedido. Aunque inicialmente escéptico, el cura también presencia el fenómeno al día siguiente. Es entonces cuando surge la propuesta de colocar dos cruces en los picos, para exorcizar lo que creen que es una manifestación del diablo. El párroco, junto con un grupo de fieles, carga las cruces y, entre lluvia y viento, avanza hacia el cerro.
A medida que se colocan las cruces, los fenómenos paranormales se intensifican. Un grito inhumano resuena desde la barranca que separa los picos, y un temblor sacude la tierra, haciendo que grandes rocas caigan hacia la base del cerro. Sin embargo, tan pronto como la segunda cruz es colocada, la tormenta cesa. El cielo se despeja y un sol brillante emerge, llenando de asombro a todos los presentes. Desde entonces, los tres picos han sido conocidos como El Brinco del Diablo.
La Romería: Una Tradición Viva
La comunidad de Abasolo revive este acontecimiento con una romería que ha resistido el paso del tiempo. Aunque en varias ocasiones se ha intentado modificar o suprimir esta celebración, la voluntad de la gente ha prevalecido, manteniendo viva la tradición. Los vecinos se dirigen hacia los picachos para recordar la leyenda y celebrar una misa en agradecimiento por lo que consideran un milagro.
La romería no solo es una celebración religiosa, sino también una oportunidad para que las familias se reúnan y disfruten del paisaje natural que rodea el cerro. A lo largo del año, los organizadores se encargan de preparar este evento, que sigue siendo una de las tradiciones más importantes del pueblo, manteniendo vivo el relato que combina fantasía y realidad.
El Misterio Perdura
Lo que añade un toque aún más enigmático a esta leyenda es que los fenómenos extraños no se han detenido. En julio de 2013, una tromba azotó la sierra, trayendo consigo destrucción y, lamentablemente, la muerte de una joven mujer. Los habitantes de Abasolo no pueden evitar relacionar estos eventos con la leyenda del Brinco del Diablo, y muchos creen que fuerzas desconocidas siguen habitando en la montaña.
Abasolo es un lugar donde la historia y la leyenda se entrelazan, y donde las antiguas creencias aún resuenan en el corazón de su gente. Visitar El Brinco del Diablo no es solo una experiencia para los amantes de la naturaleza, sino también para aquellos que buscan conectarse con las misteriosas tradiciones de este encantador rincón de Guanajuato.