Tequisquiapan ya es un clásico de los paseos de fin de semana y uno de los principales destinos turísticos sin playa del país.
Situado a 15 minutos de San Juan del Río, 40 minutos de la capital queretana y aproximadamente a 2 horas de la Ciudad de México, este Pueblo Mágico promete diversión única, aventura y mucha adrenalina.
En Tequis no todo es vino y queso: uno de los mayores atractivos es la apasionante experiencia del vuelo en globo aerostático, a la libertad del viento y encantadores paisajes con el agradable clima de la mañana, ya sea en vuelo privado, grupal, para entregar el anillo de compromiso y o para festejar los cumpleaños.
La práctica del vuelo en globo data desde el siglo XVIII, cuando el hombre trataba de conquistar los cielos, y ya es un distintivo de Tequisquiapan, donde los prestadores del servicio ofrecen diversas promociones para ver desde lo alto al Pueblo Mágico.
Varias empresas ofrecen este tipo de vuelos que prometen la mezcla de emociones que se viven desde que despega: la adrenalina, la emoción, y sensación de empezar a volar tan alto como sea posible, convierten el espacio y momento en una vivencia inolvidable.
Con 40 años de experiencia, Vuela en Globo es una de las opciones para disfrutar de este viaje; Efraín Calixto Mejía, piloto de globos aerostáticos, explicó que cualquiera de los 365 días del año se tiene la actividad, siempre y cuando las condiciones meteorológicas así lo permitan; El viaje comienza a las seis de la mañana, para disfrutar del clima y paisajes, vuelos de placer que permite estar en contacto con la naturaleza.
Esta empresa ofrece tres paquetes de vuelos: privado con dos pasajeros o de cuatro a ocho; además compartido hasta con ocho personas, cuyos costos varían desde los dos mil 500 pesos.
La aventura comienza desde temprana hora con la transmisión de un video de las diferentes recomendaciones básicas y de seguridad para partir al terreno donde es el punto de despegue; lugar en donde los pasajeros pueden observar el trabajo que se hace para el proceso de armado e inflado del globo; posteriormente se suben a las canastillas y comienza la diversión con el despegue de la aeronave, que permanece en las alturas durante 45 y 60 minutos, según lo permita la velocidad del tiempo.
Después de que los turistas cumplieron su sueño de volar por el cielo y aterrizar; son esperados con un brindis y reciben un certificado a manera de cortesía de la empresa como regalo de experiencia.