¿Aguascalientes tiene dos Jardines de San Marcos?
Aunque la belleza de su balaustrada de cantera rosa es indiscutible, la respuesta es NO. El emblemático arco que engalana el acceso poniente de este jardín es único, y el auténtico se ubica en el corazón del Barrio de San Marcos.
Sin embargo, en la entrada de lo que fue el complejo de los viñedos Ribier, tiene su propio arco, idéntico al del Jardín de San Marcos.
Esto se debe a que, cuando atravesaban su máximo auge, los Viñedos Ribier, propiedad del político y empresario Nazario Ortiz Garza, produjeron los famosos Brandis San Marcos, de la reserva del mismo nombre.
Fue mediados del siglo XX, entre los años 1945 y 1950, que Don Nazario descubrió el gran potencial de la tierra aguascalentense, y decidió plantas las primeras raíces de lo que, con el paso de los años, se convirtió en la vocación agrícola del estado.
La producción de estos viñedos no sólo se orientaba a los vinos, sino que también enviaban las uvas a distintos estados de la región. Así, en 1954, se llevó a cabo la primera Feria de la Uva, en Aguascalientes, que tenía por objetivo, atraer la atención de empresarios e industriales a la entidad.
Como signo de identidad y arraigo en Aguascalientes, la entrada a los Viñedos Ribier estaba delimitada por esta réplica de la del Jardín de San Marcos que, a pesar del tiempo, continua en pie, como símbolo de lo que un día, formó parte de las mayores fortalezas sociales, políticas y económicas de Aguascalientes.
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