El surgimiento de la población de Aguascalientes no podría entenderse sin la presencia de los Chichimecas, guerreros que, aunque se distinguían por ser salvajes, eran también hombres y mujeres valientes, fuertes y de lucha, no sólo contra otras etnias, sino en la búsqueda de su prosperidad. De ahí que fueran conocidos por ser buenos cazadores y recolectores.
Como una forma de reconocer y celebrar las raíces étnicas de Aguascalientes, el artista originario del estado de Oaxaca, Juan Justo Zárate, esculpió una gran Cabeza Chichimeca; trabajo que le llevó casi dos décadas.
El peso de esta escultura se acerca a las 2 mil toneladas, tiene 12 metros de alto, 10 metros de ancho y casi siete metros de largo. Su rostro está inspirado en el de Francisco Tenamztle (Tenamaxtli), un guerrero de la tribu semi nómada de los caxcanes, que encabezó la rebelión conocida como Guerra del Mixtón.
La cabeza es visible entre las rocosas de la Sierra Fría y la Sierra del Laurel, sobre la carretera 70, a la altura del municipio de Calvillo, Aguascalientes.
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