/ martes 5 de junio de 2018

Celebran a lo mejor del cine mexicano con máximo galardón

Hoy se realizará en el Palacio de Bellas Artes la entrega 60 del premio Ariel que reconoce a lo mejor del cine nacional

El Ariel es el máximo galardón del cine mexicano. Fue creado en 1946 a la par de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) que presidía en aquel entonces el actor Andrés Soler, y la primera entrega tuvo lugar el 15 de mayo de 1947 en el Centro Social El Patio, premiándose lo mejor de la industria fílmica nacional correspondiente a 1945 y 1946. La barraca, de Alfonso Sánchez Tello y Roberto Gavaldón, ganó la estatuilla a mejor película.

Han transcurrido 59 entregas desde entonces. La edición número 60 se llevará a cabo hoy en el Palacio de Bellas Artes, por donde han desfilado las estrellas más deslumbrantes de nuestra cinematografía en el marco de una esplendorosa fiesta que, no obstante, ha tenido diversos escenarios.

Hace dos años la ceremonia fue trasladada al Auditorio Nacional, debido a los 70 años de la Academia, un evento muy especial que requería de un aforo mayor al que ofrece el palacio de mármol; pero ya está de nueva cuenta en el máximo recinto cultural de nuestro país, donde esta noche nominados e invitados especiales lucirán sus mejores galas.

EN LOS PINOS

Durante el sexenio del presidente Luis Echeverría Álvarez (1970-1976) se dio tal impulso al cine mexicano, que las fastuosas entregas del Ariel se efectuaban en la hondonada principal de la residencia oficial de Los Pinos; ahí se daba cita en un espléndido desayuno la gran familia cinematográfica de México, en un acto encabezado por el propio presidente de la República, quien creó el Banco Nacional Cinematográfico que dirigía su hermano, el exactor Rodolfo Echeverría Álvarez, mejor conocido como Rodolfo Landa, y a través del cual se destinaban recursos para grandes producciones.

En el sexenio siguiente con el presidente José López Portillo y su hermana Margarita al frente de la Dirección General de Radio, Televisión y Cinematografía (RTC) dependiente de la Secretaría de Gobernación, la entrega del premio Ariel encontró acomodo en los enormes foros de los Estudios Churubusco, donde, en una cena con auténtico ambiente fílmico e invitados especiales, se distinguía a lo mejor del séptimo arte de nuestro país, ciertamente en veladas de película. Una noche dieron lustre a la ceremonia nada menos que el realizador John Huston y la actriz Lynda Carter, La mujer maravilla, aunque ésta más bien pertenecía al núcleo televisivo.

También el cine El Rélox, ya desaparecido, allá en Insurgentes Sur, alguna vez sirvió de sede a un desangelado Ariel que fue duramente criticado. Sin embargo, el Ariel se ha mantenido como el gran premio de nuestro cine al igual que el César lo es para el cine francés y el David de Donatello para el cine italiano. Desde luego, el Oscar sigue siendo el máximo galardón del cine mundial y recibe anualmente una difusión sin parangón que lo llena de glamour y prestigio.

A lo largo de la historia de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (antes al revés, de Ciencias y Artes para diferenciarse de la academia de Hollywood), hubo un lapso sin actividad comprendido de 1959 a 1971, tiempo en el cual fue cancelada la entrega del Ariel debido a diferendos entre productores y académicos, lo que terminó por disolver a la propia academia hasta que Rodolfo Echeverría reanudó la premiación.

LA ESTATUILLA

La figura del Ariel está inspirada en el libro homónimo del escritor uruguayo José Enrique Rodó. Es la estatua de un hombre desnudo a punto de emprender el vuelo, simbolizando anhelos de unidad y defensa de la cultura latinoamericana, así como la excelencia en el arte.

Se trata de una obra escultórica del mexicano Ignacio Asúnsolo, cuya pieza original estuvo un tiempo expuesta en el Paseo de la Reforma, antes de reubicarla al interior de los Estudios Churubusco donde se encuentra ahora.

LOS PRIMEROS GANADORES

Mejor película: La barraca, de Alfonso Sánchez Tello y Roberto Gavaldón.

Director: Roberto Gavaldón, por La barraca

Mejor actriz: Dolores del Río, por Las abandonadas

Mejor actor: Domingo Soler, por La barraca

Coactuación femenina: Lilia Michel, por Un beso en la noche

Coactuación masculina: José Baviera, por La barraca

Actriz de cuadro: Carolina Barret, por Canaima, el dios del mal

Actor de cuadro: Gilberto González, por Canaima, el dios del mal

Fotografía: Víctor Herrera, por La barraca

LOS PREMIOS DEL CINE

Oscar, Estados Unidos

BAFTA, Reino Unido

Ariel, México

César, Francia

David de Donatello, Italia

El Ariel es el máximo galardón del cine mexicano. Fue creado en 1946 a la par de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) que presidía en aquel entonces el actor Andrés Soler, y la primera entrega tuvo lugar el 15 de mayo de 1947 en el Centro Social El Patio, premiándose lo mejor de la industria fílmica nacional correspondiente a 1945 y 1946. La barraca, de Alfonso Sánchez Tello y Roberto Gavaldón, ganó la estatuilla a mejor película.

Han transcurrido 59 entregas desde entonces. La edición número 60 se llevará a cabo hoy en el Palacio de Bellas Artes, por donde han desfilado las estrellas más deslumbrantes de nuestra cinematografía en el marco de una esplendorosa fiesta que, no obstante, ha tenido diversos escenarios.

Hace dos años la ceremonia fue trasladada al Auditorio Nacional, debido a los 70 años de la Academia, un evento muy especial que requería de un aforo mayor al que ofrece el palacio de mármol; pero ya está de nueva cuenta en el máximo recinto cultural de nuestro país, donde esta noche nominados e invitados especiales lucirán sus mejores galas.

EN LOS PINOS

Durante el sexenio del presidente Luis Echeverría Álvarez (1970-1976) se dio tal impulso al cine mexicano, que las fastuosas entregas del Ariel se efectuaban en la hondonada principal de la residencia oficial de Los Pinos; ahí se daba cita en un espléndido desayuno la gran familia cinematográfica de México, en un acto encabezado por el propio presidente de la República, quien creó el Banco Nacional Cinematográfico que dirigía su hermano, el exactor Rodolfo Echeverría Álvarez, mejor conocido como Rodolfo Landa, y a través del cual se destinaban recursos para grandes producciones.

En el sexenio siguiente con el presidente José López Portillo y su hermana Margarita al frente de la Dirección General de Radio, Televisión y Cinematografía (RTC) dependiente de la Secretaría de Gobernación, la entrega del premio Ariel encontró acomodo en los enormes foros de los Estudios Churubusco, donde, en una cena con auténtico ambiente fílmico e invitados especiales, se distinguía a lo mejor del séptimo arte de nuestro país, ciertamente en veladas de película. Una noche dieron lustre a la ceremonia nada menos que el realizador John Huston y la actriz Lynda Carter, La mujer maravilla, aunque ésta más bien pertenecía al núcleo televisivo.

También el cine El Rélox, ya desaparecido, allá en Insurgentes Sur, alguna vez sirvió de sede a un desangelado Ariel que fue duramente criticado. Sin embargo, el Ariel se ha mantenido como el gran premio de nuestro cine al igual que el César lo es para el cine francés y el David de Donatello para el cine italiano. Desde luego, el Oscar sigue siendo el máximo galardón del cine mundial y recibe anualmente una difusión sin parangón que lo llena de glamour y prestigio.

A lo largo de la historia de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (antes al revés, de Ciencias y Artes para diferenciarse de la academia de Hollywood), hubo un lapso sin actividad comprendido de 1959 a 1971, tiempo en el cual fue cancelada la entrega del Ariel debido a diferendos entre productores y académicos, lo que terminó por disolver a la propia academia hasta que Rodolfo Echeverría reanudó la premiación.

LA ESTATUILLA

La figura del Ariel está inspirada en el libro homónimo del escritor uruguayo José Enrique Rodó. Es la estatua de un hombre desnudo a punto de emprender el vuelo, simbolizando anhelos de unidad y defensa de la cultura latinoamericana, así como la excelencia en el arte.

Se trata de una obra escultórica del mexicano Ignacio Asúnsolo, cuya pieza original estuvo un tiempo expuesta en el Paseo de la Reforma, antes de reubicarla al interior de los Estudios Churubusco donde se encuentra ahora.

LOS PRIMEROS GANADORES

Mejor película: La barraca, de Alfonso Sánchez Tello y Roberto Gavaldón.

Director: Roberto Gavaldón, por La barraca

Mejor actriz: Dolores del Río, por Las abandonadas

Mejor actor: Domingo Soler, por La barraca

Coactuación femenina: Lilia Michel, por Un beso en la noche

Coactuación masculina: José Baviera, por La barraca

Actriz de cuadro: Carolina Barret, por Canaima, el dios del mal

Actor de cuadro: Gilberto González, por Canaima, el dios del mal

Fotografía: Víctor Herrera, por La barraca

LOS PREMIOS DEL CINE

Oscar, Estados Unidos

BAFTA, Reino Unido

Ariel, México

César, Francia

David de Donatello, Italia

Local

¿Fuiste víctima de violencia? Acude a estas instituciones de apoyo para mujeres en Aguascalientes

Organizaciones en Aguascalientes brindan atención psicológica, legal y refugio a mujeres víctimas de violencia.

Policiaca

Muere hombre tras incendio en su habitación en Circunvalación Norte, Aguascalientes

Vecinos escucharon gritos de la víctima pidiendo ayuda, pero no pudieron hacer nada para rescatarlo

Doble Vía

Rescatan a Zahie Tellez, jueza de MasterChef México tras haber sido secuestrada en Cuernavaca

La inseguridad en México es un cuento que no tiene fin, por lo que celebridades no están exentos de formar parte de las cifras

Política

El plan está en marcha: ¿Podrán estas nuevas caras fortalecer a Morena en Aguascalientes?

En una Sesión Extraordinaria del Consejo Estatal, Morena Aguascalientes renovó secretarías clave para fortalecer su estructura interna

Cultura

¿Qué había detrás de la magia y el misterio de Freddie Mercury?

Así como su tema más icónico, Bohemian Rhapsody, su vida fue emocionante, libre y vertiginosa 

Doble Vía

¿Restos bajo tus pies? Relatos de osamentas halladas en el centro de Aguascalientes (antes eran panteones)

El San Marcos, del Hospital San Juan de Dios y del Barrio de Guadalupe, son algunos de los camposantos que tenía la ciudad