Una estrella en toda la extensión de la palabra, cantaba, actuaba y poseía una personalidad que le hizo echarse a la bolsa a todo el público mexicano. Era Pedro Infante, el gran ídolo de México.
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Nació en Mazatlán, Sinaloa, el 18 de noviembre de 1917, fue el cuarto de nada más y nada menos que 15 hermanos. La situación económica de su familia, le llevó a trabajar desde que era un niño. Comenzó en un taller de carpintería, donde aprendió el oficio y dónde también talló su primera guitarra. El amor por la música lo aprendió su padre, quien tocaba varios instrumentos.
Durante su adolescencia formó una banda, llamada “La Rabia”, con la que logró cierto renombre, pues se presentaron en distintas localidades de Sinaloa. Su talento lo llevó a cantar en la estación EXB, en algunos teatros y cabarets de la Ciudad de México.
Cuando tenía 22 años comenzó su carrera como actor, con un pequeñísimo papel en la cinta “En un burro tres baturros”; sin embargo, su gran oportunidad llegaría en la película “La Feria de las Flores”, estrenada en 1943, en la que compartió créditos con Antonio Badú y María Luisa Zea.
De ahí le siguieron alrededor de 60 películas como “Cuando lloran los valientes”, “Los tres García”, “Vuelven los García”, “Dicen que soy mujeriego”, “A toda máquina”, “¿Qué te ha dado esa mujer?”, “Los tres huastecos” y “Dos tipos de cuidado”, que es una de los filmes más exitosos de la Época de Oro del Cine Mexicano, en donde también participó el actor y cantante Jorge Negrete.
Sin embargo, las más emblemáticas en la carrera de Pedro Infante, sería sin duda el drama “Nosotros los pobres” y “Ustedes los ricos”, donde dio vida a Pepe “El Toro”, junto a Blanca Estela Pavón y Evita Muñoz “Chachita”.
Pedro tuvo siete hijos reconocidos, con distintas mujeres, pues además de su fama como actor, músico y cantante, también era conocido por sus múltiples amoríos.
Pedro Infante murió el 15 de abril de 1957, luego que el avión que él mismo piloteaba, se desplomara en el centro de Mérida, en Yucatán, a pocos minutos de haber despegado. Además de Infante, también murieron Marciano Bautista y Víctor Vidal, mecánico y capitán de vuelo, respectivamente; así como dos jóvenes que fueron alcanzados por las llamas en tierra.
Después de darse a conocer su muerte, el pueblo mexicano se volcó a las calles para manifestar su pesar por la pérdida de la gran estrella; dando paso a un sinnúmero de homenajes.
Actualmente, sus restos descansan en el Panteón Jardín de la Ciudad de México, donde desde 1957 hasta la fecha, cada 15 de abril, sus fanáticos se hacen presentes para recordar al “Ídolo de Guamúchil”.
¡Entérate!