Pues es nada menos que el cura Miguel Hidalgo y Costilla. Aunque hay quienes suponen que este religioso habría llegado a este país, proveniente de España, no es así. Él nació en Pénjamo, Guanajuato, en lo que hoy es conocida como la Hacienda de Corralejo.
Es considerado El Padre de la Patria, dado que fue el iniciador de la Lucha de Independencia, con el Grito de Dolores, que sucedió luego de convocar al pueblo a levantarse en armas, para alcanzar su libertad.
Aunque, a lo largo de la historia, en los libros, películas y relatos que aluden a la Lucha de Independencia de México, se ha presentado una imagen del cura Hidalgo, con tez clara, poco cabello, ya con canas y nariz afilada, lo cierto es que no existe un registro fidedigno de su aspecto. Aun así, hay varios retratos de Miguel Hidalgo.
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El primero del que se tiene conocimiento, es del año 1823, doce años después de su fusilamiento. La imagen, realizada para el Calendario Histórico y Pronóstico Político, lo representa con un uniforme militar español, portando un estandarte con el ícono del águila real, devorando la serpiente.
Otra, data de 1826, publicado en el periódico El Iris; mientras que una imagen de 1828, lo presenta con una cabellera abundante, llevando una cruz en su mano izquierda.
La representación más popular del cura, y que se ha preservado hasta la actualidad, surge en 1865, del ingenio del retratista y pintor Joaquín Ramírez, que lo presentan con cabello cano, coronando su cabeza y con un traje largo en color negro.
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