En el corazón del Barrio de la Salud de Aguascalientes, se alza una iglesia que, a pesar de su estado inconcluso, sigue siendo un símbolo de la devoción y la historia local: el Templo de La Salud. Conocido por sus muros construidos con matacán y sus cubiertas de bóvedas sostenidas por arcos, esta iglesia presenta en sus fachadas enmarcamientos y remates de cantera aparente.
La configuración original del templo quedó incompleta, y lo que ahora sirve como el templo era originalmente la sacristía. Los pilares adosados y los muros de la nave central que permanecen en pie son vestigios de la ambiciosa construcción que alguna vez se planeó.
La historia de la construcción de este templo es una crónica de perseverancia y desilusión. En 1873, a instancias del padre Manuel de Jesús García, los fieles se comprometieron a acarrear el material necesario desde la zona del Bordo del Cedazo. El matacán, extraído del Cedazo, junto con el adobe blanco, se convirtió en la característica distintiva de las construcciones en el Barrio de la Salud, muchas de las cuales aún se encuentran en pie hoy en día.
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Según la tradición oral, el entusiasmo inicial de los vecinos se desvaneció cuando se priorizaron otras construcciones, como la casa de piedra China y la casa de San José. La construcción del templo avanzaba a un ritmo tan lento que eventualmente los vecinos abandonaron la obra.
El 05 de agosto de 1884, algunos residentes del Barrio del Encino solicitaron formalmente la construcción de un templo para el Señor de la Salud. Querían un lugar digno que sustituyera la capilla del panteón. Con la autorización del arzobispo de Guadalajara, Don Pedro Loza, se inició la construcción de lo que hoy conocemos como el Templo de La Salud, que inicialmente se llamó El Calvario y que nunca se completó.
La visión original para el templo era que tuviera dimensiones espectaculares, posiblemente superando la importancia del templo del Encino. Se planeaban monumentales escalinatas al frente, que fueron perdidas con la creación del jardín circundante.
A principios del siglo XX, el lugar todavía parecía un pequeño pueblo con un templo a medio construir. La construcción avanzaba tan lentamente que el 15 de mayo de 1905 se decidió dejarla como estaba. En la sacristía del templo, que ahora funciona como la nave principal, se pueden admirar murales realizados en 1951 por el señor Martínez Soque, que representan escenas de la vida de Jesucristo.
El Templo de La Salud, aunque incompleto, sigue siendo un monumento significativo en Aguascalientes, recordándonos la historia y la fe de sus habitantes.
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