Como cada año, el pasado 13 de noviembre se celebró la fiesta patronal del icónico Barrio del Encino, que está dedicado al Cristo Negro.
En el marco de esta festividad, cada año se realiza una Romería, en la que participa la sociedad civil y algunos grupos de apostolado que pertenecen a la parroquia. También se instalan juegos mecánicos para los niños, hay venta de dulces tradicionales y otras curiosidades; todo, en el Jardín del Encino y la explanada del templo.
la celebración se lleva a cabo en esta fecha debido a que, según cuenta la leyenda, fue un 13 de noviembre, pero del año 1744, cuando la imagen del Cristo Negro hizo su aparición.
Reza la tradición oral que, ese día, un vecino del barrio salió de su casa para buscar algo de leña, pues su esposa se encontraba enferma y necesitaba producir calor al interior de su hogar. Grande fue su sorpresa cuando, al estar cortando la leña, logró visibilizar la imagen del cristo, al interior del tronco de un encino.
Con paso de los años, esta aparición, que por muchos fue considerada como un regalo divino, se convirtió en uno objeto de fe y alcanzó una gran popularidad, pues mucho le atribuían milagros, sanidades y favores concedidos.
El templo donde hoy se venera esta imagen, inició como una pequeña capilla, construida en 1764. Casi una década después, inició la ampliación y construcción de la parroquia, como se conoce hoy en día, dedicada al Cristo Negro del Encino.
Las fiestas en su honor, conocidas como Trecenario, inician el 01 de noviembre y concluyen el 13 de diciembre, con la tradicional Romería del Señor del Encino, con la que se recorre las principales del emblemático Barrio.
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