El idioma español, en México, es tan vasto que una sola palabra puede usarse para referirse a dos o más cosas; en ocasiones, causando algo de confusión.
Un claro ejemplo es el de la quesadilla. Al menos, en Aguascalientes, no se concibe uno de estos antojitos mexicanos sin ese delicioso quesito que se hace tirias, si partimos la tortilla a la mitad.
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Para cualquier habitante de esta ciudad, pedir una quesadilla de deshebrada con queso, sería tan inapropiado como decir subir para arriba o bajar para abajo. No obstante, si se conoce el origen verdadero, esta palabra cobra otro sentido.
La palabra quesadilla proviene del vocablo náhuatl quetzaditzin, que significa tortilla doblada. De ahí que, a la quesadilla, también se le conocía como dobladilla. Es por eso que, en la región centro del país, las quesadillas NO LLEVAN QUESO.
En este sentido, para cualquier aguascalentense, una quesadilla sin queso, sería simplemente un taco. Pero si en la Ciudad de México se pide un taco, seguramente servirán lo que aquí se conoce como flauta, que es una tortilla enrollada, frita y rellena de carne o de rajas.
Es así que, en esta ciudad, nos sentimos en total libertad de pedir una quesadilla con chicharrón, o con rajas o carne, dando por hecho que vendrá acompañado de su respectiva porción de sabroso quesito.
Pero como dice el dicho, A donde fueres, haz lo que vieres, si andas por la Ciudad de México, no olvides pedir tu quesadilla, de cualquier guisado, con queso, si no quieres sentirte decepcionado.
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