Aún cuando el oficio de Camilla Läckberg y el de Henrik Fexeus pertenecen a entornos distintos, ambos navegan en la frágil línea divisoria entre realidad y ficción. Ella desde la literatura y él en el ilusionismo. Y justo en ese punto en que la magia y la escritura se encuentran, es donde ambos se unieron para construir un relato que indaga en la maldad humana tan real como fantasiosa.
Se trata de El mentalista (Planeta), su primera novela escrita a cuatro manos que tiene como escenario la ciudad de Estocolmo donde los feminicidios ocurren tan frecuentemente como en América Latina. El relato se desarrolla a partir de la aparición del cuerpo de una joven asesinada de forma macabra: atravesada por múltiples espadas en una caja a usanza de los trucos de magia.
La protagonista, la agente de policía Mina Dabiri, transita entre la maldad humana y el ilusionismo del mentalista Vincent Walder, a quien recurre para encontrar indicios sobre el asesino de la joven, y así explorar temas tan universales como actuales: violencia, crimen, feminicidios, maldad, mentira y corrupción.
“La novela hace que las personas se pregunten si lo que sucede es real o no, si es un truco de magia o un asesinato real, y eso es la magia, hacer que la gente vea algo desde otra perspectiva”, apuntó Henrik Fexeus en conferencia virtual para presentar el libro con Camilla Läckberg, quienes ya tienen lista la segunda parte.
“Lo que da miedo con el tema de la violencia en contra de las mujeres es que no es algo que hacen sólo los psicópatas, ha formado parte de la normalidad en nuestras sociedades, y vemos la situación mundial en la que las mujeres han estado propensas a la violencia ejercida por los hombres”, añadió Läckberg.
“Es cierto que el sueño de unos puede ser la desgracia de otros”, añadió.
“Hay psicópatas que funcionan muy bien, se dice que un tres por ciento de todos los líderes políticos o grandes empresarios son psicópatas porque no les da miedo tomar estas decisiones tan diferentes y drásticas”, añadió la autora.
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Por ello, la novela no busca dar respuestas a problemas tan complejos como los feminicidios o centrarse en una sola mirada; ni siquiera toma partido por las mujeres, consideró Camilla Läckberg.
“Mina, la detective, es una combinación de diferentes cosas, es una mujer fuerte, inteligente, determinada, pero por otro lado es muy vulnerable, su vida personal está bastante deshecha, y eso es lo que queremos mostrar, pues no creo que seamos una sola cosa, somos varias a la vez, y en la novela se muestra el lado vulnerable de todos”.