Los cuentos de Hans Christian Andersen... ¿Felices para siempre?

No a todos sus personajes les espera un futuro lleno de felicidad y prosperidad

Mariana Murillo | El Sol del Centro

  · jueves 2 de abril de 2020

Cortesía | RTV

Hans Christian Andersen es el afamado escritos cuya fecha de nacimiento “se tomó prestada” para celebrar el Día del Libro Infantil, pues es el autor de grandes obras dedicadas a los niños. Andersen nació el 02 de abril de 1805, en la provincia de Odense, en Dinamarca y es quien ha creado cuentos infantiles como “El Patito Feo”, “El Ave Fénix” y “La Reina de las Nieves”.

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Lo que resulta particularmente interesante, es el desarrollo y desenlace de varias de sus historias, que si los niños de ahora conocieran originalmente, quizá su encanto por los cuentos no sería la misma. Y es que una de las creaciones de Andersen más reconocidas es, sin duda, “La Sirenita”.

Esta historia, adaptada para la pantalla grande por Walt Disney Pictures en 1989, se ha convertido en una de las cintas favoritas de todos los niños y de otros no tan niños. Sin embargo, en la obra del escritor danés, publicado en 1837, la bella sirena no se casa con el príncipe, ya que éste contrae nupcias con la hija del rey de un país vecino al suyo. A causa de esto, el corazón de la princesa del mar se rompe en pedazos, no solo por perder al amor de su vida, sino porque en el pacto que ésta hizo con la Bruja del Mar habían establecido de al no lograr que el príncipe se casara con ella, la sirena moriría.

Cortesía | Britannica

Para evitar el fatal desenlace, sus hermanas sirenas le entregan una daga con la que deberá matar al príncipe y dejar correr su sangre por sus pies, para volver a ser una sirena y salvar la vida. Sin embargo, el amor impide que ella lleve a cabo este acto, por lo que voluntariamente acepta su derrota. Como consecuencia, la sirena pierde la vida convirtiéndose en espuma de mar.

Afortunadamente, en otros cuentos como “Pulgarcita”, “La Princesa y el Guisante” y “El Ruiseñor”, sus protagonistas sí pueden vivir felices por el resto de sus vidas.