Si bien, el tiempo de permanencia en casa pudiera resultar un poco tedioso para los más pequeñitos, a pesar de que en algunas escuelas proporcionaron material para trabajo en casa y de que muchos padres de familia se esfuerzan para pasar el rato con manualidades y otras actividades, también lo es el hecho de que este tiempo representa una excelente oportunidad para echar a volar su imaginación y estimular su creatividad.
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Los pequeños en el hogar pueden jugar con las palabras y crear textos que, además de hacerles pasar un rato de diversión, también servirán para desarrollar y mejorar su lenguaje, su escritura y su expresión oral.
Para muestra, estos ingeniosos trabalenguas que escribieron los alumnos del taller de Literatura de las Unidades de Exploración Artística, pertenecientes al Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura (IMAC):
Compró Cuca pocas cocas
Y como pocas cocas Cuca compró,
pocas cocas Cuca pagó.
(Jaqueline, 11 años)
Traga, traga, dragón,
traga, traguito, tragote,
traga treda, que se te acaba el trote.
(Luis, 11 años)
Un niño chiquito,
jugaba con un cotorrito
en un parquecito,
en un parquecito
jugaba con un cotorrito
un niño chiquito.
(Yazmín, 12 años)
La abuela Coco
compró un foco
y pagó con tres cocos.
¿Con cuántos cocos
compró cien focos
la abuela Coco?
(Fernando, 11 años)