Ya fuera como niño desamparado, como doctor anciano o como superhéroe, Roberto Gómez Bolaños, mejor conocido como Chespirito, logró conquistar los corazones de millares de televidentes, a largo de seis décadas.

Y es que, aunque los programa que produjo, como El Chavo del 8 y el Chapulín Colorado, tuvieron una vigencia de 25 años, aproximadamente, de 1970 a 1995, después de salir del aire, gran parte de su público permaneció afecto a sus ocurrencias y humor que, cabe señalar, era absolutamente sano y familiar.

Su ingenio fue tan grande, que le permitió crear una importante cantidad de personajes, no sólo para ser interpretados por él mismo, sino por otros actores.

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Roberto Gómez Bolaños encarnó a entrañables figuras como el Doctor Chapatín que, aunque un poco despreocupado, siempre tenía la voluntad de atender a sus pacientes; el Chómpiras, que era ladrón y fiel amigo del Botijas; el Chaparrón Bonaparte, cuya mente estaba fuera de la realidad; el Chapulín Colorado, que era un superhéroe despistado, pero de buen corazón; y, el que quizá sea el más querido por chicos y grandes, el Chavo del 8, que era un niño abandonado, al que las adversidades de la vida, no lograron borrar su bondad.

Otros actores, dieron vida a personajes creados por Chespirito, como Quico, la Chilindrina, la Popis, el Profesor Jirafales, Doña Florinda, Doña Clotilde, Paty, el Señor Barriga, Jaimito El Cartero, Godínez, Don Ramón, Ñoño, la Chimoltrufia, El Sargento Refugio, Doña Espotaverderona y Doña Nieves, por mencionar algunos.

Cada uno de ellos, con un carisma y personalidad propio, y que reflejaban, en gran parte, a personajes de la cotidianidad mexicana. Esto, además de su amplia trayectoria en televisión y en cine, da cuenta, sin querer queriendo, del inagotable del talento de Chespirito.

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