La Casa Terán, un ícono arquitectónico de Aguascalientes, lleva el nombre de uno de los más destacados personajes históricos de la región: José María de Jesús Rafael Terán Peredo. Nacido en esta finca en 1821, Terán Peredo dejó una huella significativa en la política mexicana del siglo XIX.
Durante la presidencia de Benito Juárez, ocupó brevemente el cargo de Secretario de Relaciones Exteriores y luego la Secretaría de Justicia y Fomento. En 1863, fue nombrado Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de México ante España e Inglaterra, en un intento por equilibrar los intereses de México con las potencias invasoras de la época.
La historia de la Casa Terán se remonta a mediados del siglo XVIII. En 1750, Felipe Pérez Mier y Terán, un hidalgo originario de las montañas de Santander en España, emigró a Nueva Galicia y se estableció en lo que hoy es Aguascalientes. Pérez Mier y Terán, quien usó la fórmula abreviada “Pérez de Terán,” contrajo matrimonio en dos ocasiones y tuvo varios hijos, entre ellos Felipe Pérez de Terán Castorena. Este último se destacó como un importante hacendado y comerciante durante la Guerra de Independencia.
La finca en la que se encuentra la Casa Terán fue construida en la antigua calle de San Diego, en un terreno que en 1694 apenas era una parcela. La propiedad pasó por varias manos antes de llegar a Felipe Pérez Mier y Terán, quien la adquirió en 1778. Aunque modestamente construida al principio, la casa fue ampliada a finales del siglo XVIII con la adición de un segundo patio y cuartos aledaños, como lo indican las inscripciones de 1795 en sus arcos.
A lo largo del siglo XIX y XX, la Casa Terán fue objeto de diversas modificaciones y cambios de propietarios. A finales del siglo XX, la finca estuvo en peligro de deterioro, pero fue salvaguardada y declarada monumento histórico en 1986. En 1991, se inauguró como el Centro Cultural Casa Terán, en conmemoración del CXXVI aniversario del fallecimiento de Jesús Terán Peredo.
El edificio combina estilos barroco y neoclásico, reflejando la rica historia y evolución arquitectónica de la región. Hoy en día, la Casa Terán no solo preserva un pedazo significativo de la historia de Aguascalientes, sino que también juega un papel importante en la preservación de la identidad cultural de la ciudad. Es un testimonio de la influencia de sus antiguos residentes y de la importancia histórica del lugar.
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