La Hacienda Gracias a Dios se ubica en el municipio de Jesús María, Aguascalientes. No es una de las más grandes de la entidad, pero sí, de las que a pesar del paso del tiempo, conserva su encanto casi intacto.
Se ubica en la Carretera 70 poniente, entre Jesús María y Calvillo, en la Comunidad del mismo nombre, donde se cuenta poco menos de 400 habitantes.
Su construcción data de finales del siglo XVIII, y del primer propietario del que se tiene registro, es el señor Rafael Díaz de León y después, Domingo Ávila, que la administró durante mediados del siglo XIX, alrededor de 1868. Años después, fue adquirida por Don Rafael Arellano, en 1890, y entonces, contaba con una extensión de 2 mil 300 metros cuadrados, aproximadamente.
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Al igual que la mayoría de las haciendas, la de Gracias a Dios, tenía dos propósitos principales, que eran la ganadería o la agricultura.
Pese al tiempo, la Hacienda de Gracias a Dios es una de las que se conservan en mejor estado, a comparación de otras, como de la de San José de Guadalupe, que prácticamente ya ha desaparecido.
Junto con la Hacienda de Venaderos, la de Gracias a Dios se convirtió en un territorio habitable. De ahí, que trabajadores y pobladores provenientes de otras regiones, se asentaron en estos lugares, conformando comunidades que permanecen hasta la fecha.
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