Un derroche de talento, emociones y sentimientos enmarcaron la presentación de “Un tren para Luna”, obra de teatro presentada por la Compañía Última Fila, que ofreció la función en el Museo de Aguascalientes.
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La puesta en escena, dirigida por Ray Garduño, narra la historia de los bellos momentos que pasó Metztli junto a su abuelo, con quien a través de la imaginación de ambos viajaban al espacio y exploraban desde el planeta más armonioso hasta el más inhóspito; sólo necesitaban hacer valer la conexión que tenían uno con el otro, lo que era suficiente para convertirse en grandes astronautas.
Una obra de teatro que sumerge al espectador en una ola de sentimientos, en la que experimenta risas y llanto, pero sobre todo reflexiona sobre la importancia de los abuelitos en la vida, así como sobre uno de los sentimientos más temidos, como lo es el vacío que deja la ausencia, que si bien no se sabe lidiar con éste, basta con recordar la huella y los bellos momentos que ese ser especial ha dejado durante su paso por la vida.
De magia se llenó el recinto museográfico, que enmarcó una de las presentaciones más conmovedoras de “Un tren para Luna”, y es que al final de la función, pareciera que espectadores y elenco se convirtieron en uno mismo al unirse en un solo llanto.