A través de la visión de un niño de ocho años, de nombre Bryan, la directora Isabel Vaca explora la vida en el campo, así como el sueño del menor de continuar con la tradición familiar de ser vaquero.
En su ópera prima, Vaca no sólo expone los anhelos de la juventud de una localidad en Aguascalientes, sino que también muestra las dificultades a las que los habitantes de algunas zonas marginadas pueden enfrentarse, por ejemplo, la migración.
“La película trata de crecer, encontrar tu lugar en el mundo y de seguir tus sueños, independientemente si eres niño, adulto o si creciste en el campo o en la ciudad.
“Algo que te contagia la película es la pasión de Bryan por el campo, los animales, por seguir la tradición de su familia. Siempre es lindo que la gente pueda conectar con esos sueños con los que crecieron o siguen teniendo en su infancia que se presta mucho porque los personajes son muy entrañables y fáciles de conectar con la gente”, afirmó la directora en entrevista.
El documental refleja la realidad de algunas comunidades en las que los niños abandonan la escuela debido a que encontraron en algunos oficios una forma de generar dinero y, además, disfrutar de la vida.
“La educación para todos (en la comunidad) era raro porque, por un lado, sí deseábamos que Bryan siguiera estudiando, que no abandonara la escuela y terminara sus estudios porque valoramos mucho la educación académica, pero, por otro lado, era muy contradictorio la forma en cómo ellos viven y tal vez la educación no está pensada para todos como hoy en día la vemos en el país.
“El mismo Bryan se preguntaba por qué veía unas cosas en la escuela si se iba a dedicar a otra. La película plantea y muestra estas carencias educativas, tal vez la educación está pensada para un público general, pero no para un específico y las minorías tienen que aguantarse”, comentó el productor del proyecto, Arturo Mendicuti.
El proyecto comenzó a gestarse desde hace más de cuatro años, pero la relación con la familia de Bryan surgió hace un cuarto de siglo ya que ellos trabajan en un rancho que tiene la familia de Vaca en Aguascalientes.
Motivada por mostrar una realidad diferente a la que los jóvenes de la ciudad están acostumbrados, la egresada de la Universidad Anáhuac apostó por adentrarse en este entorno. El filme se grabó en ocho semanas entre 2019 y 2020.
En un inicio, la fotografía estuvo a cargo de Jessica Villamil, pero después, el trabajo lo asumió la propia directora, esto debido a que su objetivo era retratar la intimidad de la familia del protagonista, más allá de sólo plasmar un bonito paisaje.
“Lo que más me costó fue encontrar la historia y tener poco control de lo que sucedía, al final es una película que se basa mucho en la observación y ser testigo de lo que estaba sucediendo, pero trataba de no interferir mucho.
“Ir armando una historia a partir de eso fue difícil y aprender a fluir con lo que la misma realidad te va regalando día con día, fue una experiencia que me encantó, aprendí a contar historias a partir de la realidad”, compartió.
Hasta el momento, Temporada de campo ha recorrido los Festivales de Cine en Morelia, México, Moscú, Montreal y Miami, sin embargo, aún no se ha realizado la función oficial en el rancho donde se llevó a cabo el producto para mostrarlo a los actores.
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Bryan ya finalizó la secundaria, abandonó sus estudios y se dedica actualmente a trabajar como vaquero, cumpliendo así, su sueño.
El trabajo se estrenará el 4 de agosto en cines comerciales.
“Me encantaría que esta película fuera un punto de reflexión para todo espectador, sobre todo para los jóvenes que se encuentren en situaciones similares a las de Bryan, que tomen decisiones y puedan pensar los diferentes ángulos que existen en la vida, que piensen qué es lo que pueden hacer y las posibilidades que tienen ellos en la vida, así como las consecuencias a las que se pueden llegar a enfrentar”, dijo el productor.