Ubicado en el kilómetro cinco de la carretera de Jesús María a Valladolid, en Aguascalientes, el pasado sábado por la tarde fueron inauguradas las bellas y funcionales instalaciones del Cortijo “Las Fuentes”, propiedad del matador de toros y estupendo odontólogo Arturo Prado y su familia, producto de un gran esfuerzo por tener este espacio.
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Ante una nutrida asistencia y un gran ambiente, el gobernador Martín Orozco Sandoval junto con el anfitrión Arturo Prado, su gentil esposa y el también diestro César Delgadillo fueron quienes cortaron el listón que ponía en marcha el cortijo que cuenta con un ruedo de 36 metros de diámetro, un graderío para 200 personas, una terraza al lado del coso con capacidad para otro centenar de asistentes y un salón de fiestas que puede albergar hasta 500 personas.
Vino entonces la ceremonia religiosa de la bendición del taurinísimo lugar, hecho con muy buen gusto, que corrió a cargo del sacerdote Néstor Alejandro y quien por cierto dio la primera vuelta al ruedo en la historia del coso.
Una vez cumplida la inauguración de “Las Fuentes”, se pasó al convivio para celebrar el suceso, iniciando con la degustación de una suculenta paella, además de saciarse la sed con una importante variedad de bebidas.
Luego se pasó a la parte taurina del evento al soltarse dos novillos para los espadas César Delgadillo y el anfitrión Arturo Prado, quiénes vestidos de corto, se encargaron, el primero de ellos de pasaportar al enrazado “Don Beto”, marcado con el número 790, de Rosas Viejas, para dar los primeros lances con el capote, quitar por navarras y aplicando el primer puyazo el varilarguero José de Jesús Prado. La faena de muleta fue técnica y oficiosa, con pasajes de buen toreo. Acabó al segundo viaje y el juez de plaza, el matador retirado Jorge Mora le concedió una oreja.
Por su parte, Arturo lidió al fijo y enclasado “Don Tulín”, número 12, de Campo Grande, aprovechándolo al máximo en un trasteo de buen trazo por ambos lados, templanza y mucha exposición. Mató bien y se le otorgó un merecido apéndice.
Como fin de fiesta, se soltó una vaca y una becerra para los aficionados que quisieron “echarse al agua” y quienes lo hicieron de verdad sintieron y vivieron al máximo lo que es pasarse por la barriga una res brava. ¡Enhorabuena y felicidades! a Arturo Prado y familia por crear este oasis taurino.
OASIS TAURINO
Fue el que inauguró el diestro y odontólogo Arturo Prado en el bello Cortijo “Las Fuentes”