En medio de gritos, empujones, caídos y mucha pasión, llegó a esta capital el portero Guillermo Ochoa, para incorporarse como refuerzo a Águilas del América, para el Torneo Apertura 2019 de la Liga MX.
La expectativa por el retorno de uno de los últimos ídolos del americanismo era mucha entre sus seguidores, sobre todo entre las barras, que convocaron a darle un recibimiento inolvidable.
Desde antes de las 14:00 horas, aproximadamente 400 aficionados americanistas llegaron a la Terminal 2 del AICM y prácticamente tomaron la puerta de salida de llegadas internacionales.
Se encargaron de hacer un pasillo por donde Ochoa caminó hasta la salida, no sin antes advertir a los representantes de los medios de comunicación que ese camino era solo para el guardameta y que nadie más, ajeno a ellos, podría invadirlo.
Conforme el reloj avanzaba lo cánticos aumentaban, los instrumentos sonaban hasta su máxima potencia y que terminaron por explotar cuando vieron los primeros rizos de la cabellera del cuatro veces mundialista.
“Estoy muy contento de regresar, muy feliz”, indicó a su llegada antes de que los integrantes de las barras del equipo se lo llevaran para hacerle pasillo.
En medio de empujones, golpes y amenazas verbales, los barristas abrieron paso para que Ochoa avanzara, lo que generó un mayor caos y que algunos terminaran en el suelo.
La pasión no terminó ahí, se trasladó hasta la camioneta que se llevó a Ochoa, ya que algunos “apasionados” seguidores se subieron al toldo para arengar ahora la despedida de uno de los últimos ídolos del americanismo, que ya está otra vez en casa.