En el fútbol mexicano, el Club Necaxa ostenta un privilegio singular: es el único equipo en la Liga MX que puede llevar los tres colores de la bandera de México en su uniforme. La razón detrás de este honor radica en una historia de triunfo que data de 1935, cuando Necaxa, en un acto de ingenio y patriotismo, representó a México en los Juegos Centroamericanos y del Caribe bajo la bandera nacional.
En 1935, México enfrentó una crisis deportiva tras quedar fuera de las Eliminatorias del Mundial de Italia, lo que llevó a una controversia sobre la participación en los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
Ante la presión de los organizadores y la solicitud del presidente Lázaro Cárdenas, los directivos de la Federación Mexicana de Fútbol decidieron enviar a un equipo, pero no como selección nacional. En lugar de eso, decidieron que el Club Necaxa, el equipo más destacado del momento, se disfrazara de la Selección Mexicana para representar al país en el torneo.
El equipo “mexicano” de Necaxa no solo cumplió con las expectativas, sino que las superó con creces. En su primer partido, el equipo goleó 8-1 al anfitrión, El Salvador, y continuó su racha ganadora al derrotar a Guatemala, Cuba y Honduras con resultados abrumadores.
En la final, Necaxa venció a Costa Rica 2-0, logrando un título internacional que marcó la primera vez que México obtuvo un campeonato oficial en el fútbol. La actuación de Necaxa fue celebrada como un gran logro nacional, y el equipo fue recibido como héroe en México.
Como reconocimiento a este logro histórico y a la singular contribución de Necaxa al fútbol mexicano, el club recibió el derecho de portar los colores de la bandera mexicana en su uniforme. Este honor no solo subraya la importancia de aquel evento en la historia del fútbol mexicano, sino que también refleja el orgullo y la conexión especial entre el club y la identidad nacional.
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