Hace más de un siglo con peste y epidemia no se guardó cuarentena taurina

En enero de 1919 fue inaugurado el Nuevo Circo de Caracas a pesar de la calamidad sanitaria que se vivía entonces

Adiel Armando Bolio

  · sábado 11 de julio de 2020

Actualmente sin dolientes en una ciudad donde abunda la miseria, el vandalismo y la desidia, así se halla un icono del toreo internacional, el Nuevo Circo de Caracas | Cortesía | Alejandro Vielma

Nuestro gran amigo y reconocido colega Víctor José López “El Vito” nos informa desde Venezuela que “cuando se inauguró el Nuevo Circo de Caracas la muerte había abierto la puerta de la desgracia, en la casa del General Gómez, la peste de la Gripe Española se había llevado al hijo preferido, Alí Gómez Bello. Eran los finales de 1918. La partida del hijo querido del presidente atizó la campaña sanitaria en inmenso territorio de aquella Venezuela desolada. Las ciudades importantes como Valencia, Maracaibo, Barquisimeto y Caracas reforzaron alcabalas y atención a los enfermos de la epidemia.

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Aquel año de 1919, cuando el Nuevo Circo fue inaugurado el 29 de enero, a pesar de la calamidad sanitaria que cada día tomaba posición alarmante en las diversas urbes y, muy especialmente, en los pueblos y caseríos del desolado campo venezolano se celebraron 17 espectáculos en la plaza de San Agustín, muchos más de lo que se celebran hoy día en toda Venezuela. 17 funciones en Caracas, sin contar los que se celebraron en el Circo Metropolitano, escenario que continuaría hasta pasados los años 40 presentado corridas de toros y novilladas.

La inauguración de la plaza de Caracas fue con dos toreros vascos, los dos donostiarras de San Sebastián, Serafín Vigiola ‘Torquito’ y Alejandro Sáez ‘Alé’. Toreros que, juntos en mano a mano o en tercia, participaron en las cuatro primeras corridas en la historia de la nueva plaza de toros que, en terrenos municipales de San Agustín, suplantó las dependencias del matadero municipal. Los festejos se celebraron con toros criollos, todos procedentes de los valles de Aragua de los hatos de los hermanos Gorrín, Martínez Sánchez y de Felipe Kinsler, en Cagua, de Antonio Santaella en Tocorón y de Punta Larga, propiedad del general Gómez.

‘Alé’ y ‘Torquito’ torearon mano a mano las dos primeras corridas, el cartel fue reforzado con el peruano Elías Chávez ‘Arequipeño’ más tarde cuarto y quinto carteles con ‘Machaquito de Sevilla’ y Francisco Posada, la cuarta corrida. Siempre, Alejandro Sáez presente en estos primeros festejos, todos organizados por el sindicato Unión del que formaban parte un grupo de ciudadanos que, con sincero sentido taurino y conscientes de su significado, promovieron la construcción del Nuevo Circo.

El sindicato Unión competía, taurinamente, con el empresario Eloy M. Pérez, que era para el momento el empresario del Circo Metropolitano, la arena más importante del país. Se organizaron tres corridas de toros en Caracas, en menos de 24 horas. Dos en el Nuevo Circo y una en el Metropolitano. En la plaza de Puerto Escondido, el Metropolitano, actuaron ‘Saleri II’ y ‘Posadero’ en homenaje a Juan Vicente Gómez y, en San Agustín, en el Nuevo Circo, una corrida nocturna el 8 de marzo, con Domingo González ‘Dominguín’ y Francisco Martín Vázquez en el cartel y, el 9 de marzo, Domingo González ‘Dominguín’, Francisco Martín Vázquez, dos toreros cabeza de importantes dinastías históricas y, ‘Saleri II’, el ‘Paquirri’ de aquellos tiempos. Tres corridas de toros gomeros de los hatos de Mariara.

El 20 de abril en plena pandemia, se inauguró la Temporada de Corridas Económicas: Elías Chávez ‘Arequipeño’ e Isaac Olivo ‘Meri’. En la corrida del 11 mayo fue herido por el primer toro de la tarde el banderillero Emigdio Rodríguez ‘Bombita’, que actuaba como sobresaliente de espadas en el mano a mano. Fue la primera sangre derramada en la arena agustina, plaza de toros que más adelante cobraría con la vida la intrepidez de los espadas. El matador de toros peruano Canessa, que estaba en el tendido, terminó con los dos toros restantes en esta corrida de la Temporada Económica.

El entusiasmo caraqueño desbordaba las expectativas y, a pesar del dolor que causaba la epidemia de la Gripe Española, superaba las emociones que surgían con el nacimiento del beisbol en Venezuela, cuya cuna mecía ilusiones en terrenos de Sarría, San Bernardino y San Agustín, campos de pelota muy cercanos a las arenas del Nuevo Circo. Fue el año cuando nacieron las divisas de los equipos como Los Samanes e Independencia, ‘rivales de pelo en pecho’ y de hombres que como Jesús Corao sembraron con pasión y vocación los dos espectáculos, los toros y el beisbol, que nos llevarían a la cúspide universal del beisbol, como Campeones del Mundo en 1941 y con una constelación de peloteros en las Grandes Ligas en el Siglo XXI y toreros como Luis Sánchez Olivares, César y Curro Girón, líderes universales en sus días de gloria.

El 10 de agosto continuó la Temporada Económica con Vicente Mendoza, padre de Julio, y el peruano Luis Canessa, para continuación toros del general Hernández Ron y la presentación de Elías Chávez ‘Arequipeño’ quien formaría pareja con Vicente Mendoza mano a mano el 24 de agosto y en el primer festival de aficionados prácticos celebrado en el Nuevo Circo con ‘Arequipeño’, Canessa y ‘Bombita’ y los aficionados prácticos Perera López, Carlos Röhl, Toledo, Azpúrua, Carlos Hellmund y Molinita.

El 14 de septiembre se organizó el beneficio de Vicente Mendoza para Vicente, ‘Arequipeño’, Manene y José Sánchez ‘La Pulga de Triana’.

Continuó la primer gran temporada en la historia del Nuevo Circo los días 14, 19, 20 de septiembre, una corrida de toros a Beneficio de Vicente Mendoza, ‘Arequipeño’, ‘Manene’ y José Sánchez ‘La Pulga de Triana’. Una nocturna mano a mano entre Vicente Mendoza, y ‘Meri’ y Vicente Mendoza, ‘Arequipeño’ y Luis Olivo ‘Meri II’.

El 3 de octubre una corrida Benéfica de la Liga Venezolana Antituberculosa con los aficionados prácticos Azpúrua y Hellmund y los matadores de toros Luis Canessa y José Martín ‘Molinero’, quien fue abroncado por su ignorancia. Y el 8 de octubre con toros de los Hermanos González Gorrondona, Vicente Mendoza, ‘Arequipeño’, Luis Canessa y ‘Meri’.

Así concluyó la temporada el primer año del Nuevo Circo, 1919, año de la Fiebre Española, primer año del beisbol entre los rivales sociales, los oligarcas de Los Samanes, los conocedores del Independencia y el popular Girardot que era el gallo del pueblo que le echaron a Los Samanes.

Aquel 1919 fue la antesala para lo que sería la primera y más grande rivalidad entre dos toreros criollos, el catire Eleazar Samanes ‘Rubito’, torero que si bien era nacido en Santa Rosalía representaba a San José, y Julio Mendoza ‘El Negro’, del barrio San Juan. Dos toreros reconocidos por sus alternativas logradas en Madrid, plaza de Tetuán de Las Victorias, ‘Rubito’, y Salamanca, ‘El Negro’, fueron quienes encendieron las pasiones de la Fiesta Brava nacional como no la han vuelto a encender otros espadas nacionales. A la espera de Jesús Enrique Colombo, a ver si hubiera alguien que le ponga la piedrita en el hombro y le rete como primera figura de nuestro más antiguo y propio espectáculo: Los Toros”.

Sin duda, interesante e ilustrativo este recuerdo que hace don Víctor José López “El Vito” a propósito de la difícil época que estamos viviendo.



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