Son ya seis años los que la empresa “Toros y Turismo”, que dirige Jorge Mora, se ha dedicado al montaje de la parte taurina de la Feria de los Chicahuales en Jesús María, Aguascalientes, y cada vez que lo ha hecho se han notado las ganas por hacer bien las cosas aunque a veces por ese buen afán se descuiden algunos detalles como lo que ha resultado ser el principal detalle en contra de este festejo chicahual, es decir, la elección del juez de plaza y su asesor, quienes ya lo han sido en varias ocasiones, sobre todo tomando en cuenta que se trata del cuerpo de autoridades del coso Monumental y la “San Marcos” en la capital del estado, que no es poca cosa.
De ninguna eso resta mérito e importancia a los triunfos logrados el reciente domingo por los espadas regionales Arturo Macías, con tres orejas y un rabo y, Nicolás Gutiérrez, con tres apéndices. Son trofeos más o son trofeos menos, pero lo que sí resulta insultante es el papel protagónico de la autoridad “sacándose la manga” decisiones fantasmagóricas que desorientan al aficionado.
Ojo, nos referimos al arquitecto Ignacio Rivera Río y a su asesor Roberto Ramírez “El Oriental” por sus respectivas actuaciones en el palco de la plaza, no nos metemos con las personas, que es diferente, para ellos todo nuestro respeto, pero una cosa es una cosa y otra es otra.
Lo cierto es que si se pretende que Jesús María suba de nivel taurinamente hablando es necesario que ya tenga su propia plaza de toros.
EL DETALLE…
Los triunfos de Arturo Macías y Nicolás Gutiérrez son indiscutibles, pero hace falta mayor seriedad en el palco de la autoridad.