Las compras en línea son ya una de las alternativas con mayor poder en el mundo en general, comprar en internet no solo es lo normal, sino que una norma de conveniencia donde la comodidad es la clave. Con este auge surgieron las opciones de Compra Ahora, Paga Después (BNPL), por sus siglas en inglés, esto con el fin de abordar las diversas necesidades de aquellos que no cuentan con una tarjeta de crédito.
Esta modalidad ha resultado ser una alternativa muy sólida, así como atractiva para una amplia gama de consumidores, porque ofrecen flexibilidad y conveniencia sin los requisitos de una tarjeta de crédito tradicional. Según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), respecto de los productos de crédito formal, el más común son las tarjetas de crédito departamentales con un 20 por ciento de tenencia en la población, seguido de las tarjetas de crédito bancarias con 11 por ciento de tenencia en la población.
Uno de los expertos del tema compartió que la tarjeta de crédito atraviesa por una realidad y es que la penetración es del 11 por ciento y no está cambiando mucho, el crecimiento año con año del comercio electrónico es de 30 por ciento y se ha mantenido a lo largo del tiempo, en comparación con esa penetración que tenemos de las tarjetas de crédito.
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Para este caso de las tarjetas de crédito pueden requerir desde un historial crediticio sólido o ingresos mínimos, mientras que por otro lado el BNPL a menudo tiene criterios de aprobación menos estrictos, de tal manera que lo que lo convierte en una opción viable para aquellos que podrían no cumplir con los requisitos para una tarjeta de crédito.
El modelo de flexibilidades, posiblemente genera que el financiamiento que permite a los consumidores realizar compras y de manera sencilla dividir el total de los gastos generados con un pago de interés más pequeños durante un tiempo determinado es un modus operandi que puede resultar de inicio muy atractivo y con un sentido incluso que te hace sentir poder y control, pero que en todos los casos resulta contraproducente.
El financiamiento mencionado, con tremendas facilidades sobre el modelo BNPL significa un permiso al consumidor de realizar compras y dividir el costo en pequeños pagos durante un tiempo determinado, esto sin pagar intereses en la mayoría de los casos; expertos aseguran “se está rompiendo este esquema en donde tener una primera tarjeta de crédito es un problema para muchos, por las complejidades que implica el que se los aprueban y tienen que dar cientos de vueltas para conseguirlo, mientras que los servicios de BNPL lo están haciendo en tres minutos”.
En el caso del método “aplazo”, cuenta con una tasa de aprobación de 90 por ciento y brinda crédito a más de 2.3 millones de usuarios, además de que tienen más de ocho mil comercios en toda la República Mexicana dentro de su red de pagos que seguramente ya has topado alguna ocasión.
Finalizan asegurando que no consideran este método sea un buen maestro para el inicio de la vida crediticia para generar historia dentro de la vida financiera de las personas, dado que no han tenido previamente un crédito con una percepción real, siendo entonces una responsabilidad valiosa y real el tener un crédito, este método podría ser para muchos una ilusión, por la ausencia tangible de instituciones que eduquen y estipulen la representación de acciones crediticias.