El origen de las gorditas se remonta al México prehispánico, cuando se hacían bombachitas, que según los historiadores, eran una gran variedad de tortillas de diversos colores, mismas que se rellenaban con otros ingredientes.
La idea es que lleguen calientitas de tus manos a tu boca y son una explosión interesante de sabor, más porque gracias a su tamaño, pueden consumirse más de una y disfrutar de los guisados ofrecidos en cada sitio donde las elaboran en Aguascalientes.
Este emblema nacido en México genera que las gorditas describan diferentes tipos de tortillas en diversas regiones de la República, para la centro, este platillo típico es uno de los más socorridos por las mañanas como un desayuno muy completo.
El historiador y escritor José N. Iturriaga, autor del libro "La cultura del antojito: de tamales, tortas y tacos"; cuenta que en el México prehispánico había una gran variedad de tortillas de diferentes colores, tamaños y sabores, esto gracias a que el maíz era mezclado con otros ingredientes.
El religioso franciscano Bernardino de Sahagún plasmó en su Historia general de las cosas de la Nueva España, una obra que tiene un capítulo bastante extenso que se desarrolla en torno a la comida mexicana en tiempos prehispánicos.
Varias de las tortillas que describe Sahagún tienen las características de las que ahora conocemos como gorditas, es decir, tortillas más gruesas. Con este antecedente podemos reubicarnos en la actualidad y destacar algunos ejemplos de este maravilloso antojito callejero que podemos encontrar en casi cualquier parte del país.
Aguascalientes es reconocido en la región por la gran cantidad de gorditas que se venden, es, podría decirse, una de las ofertas culinarias del estado, no tienen mayor complejidad, sin embargo, es en el municipio capital donde nacieron las populares “chiqueadas”, que son gorditas fritas, con el tiempo se le sumó a la mezcla frijoles y queso como conjunto, más el guisado de la preferencia del consumidor.
En otros puntos geográficos, otras de las gorditas más características son las que venden en la Villa de Guadalupe, en algunas fiestas populares o en barrios de la ciudad de México; son pequeñitas, hechas de maíz, ligeramente endulzadas y cocidas en comal, que se comen como postrecito, son como galletitas blandas y las venden envueltas en papel de colores.
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Hacia el norte del país existe todo un género de gorditas en Durango, Tamaulipas, y en otras partes, pero todas tienen un mismo denominador: son tortillas gruesas que se rellenan de distintos guisados como chicharrón en salsa verde o roja, picadillo, papa con chorizo, requesón, rajas, nopales y más.
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