El corazón humano es ese motor fundamental de nuestro cuerpo humano para poder vivir; es un órgano impresionante que va más allá de su función básica: bombear sangre.
Muchos piensan que se trata de un órgano de tamaño grande que opaca al resto, pero no es así, su tamaño es el de un puño y con un peso aproximado de 300 gramos. No solo este órgano es importante para la circulación sanguínea, sino también para nuestra salud y bienestar emocional, porque aunque no lo creas nuestro estado de ánimo sí repercute en la salud de nuestro pequeño amigo.
En este Día Mundial del Corazón es importante tener en cuenta las medidas de prevención para salvaguardar a este valioso músculo, pero sobre todo saber identificar señales que nos hagan concluir si algo anda mal en nuestro cuerpo
Los problemas cardiacos son temas delicados que siempre hay que darle prioridad, especialmente cuando sentimos un dolor en el pecho; sin embargo, ¿Te has preguntado realmente cuál es la diferencia entre un infarto y un paro cardíaco?
El infarto de miocardio se conoce como la muerte del tejido cardíaco debido a la falta de suministro de sangre; esto comúnmente ocurre por el bloqueo en una de las arterias coronarias, lo que puede causar dolor en el pecho, sudoración y dificultad para respirar. A pesar de que un infarto es un evento que puede llevar a complicaciones graves de salud, el corazón siempre seguirá latiendo.
En el caso de un paro cardíaco ocurre todo lo contrario, es decir, el corazón deja de latir en su totalidad, significando que no hay circulación de sangre al resto del cuerpo. Los motivos de este evento pueden deberse a varias razones, incluyendo un infarto previo, arritmias severas o problemas eléctricos en el corazón.
Un paro cardíaco siempre será un tema de emergencia médica que requerirá resucitación inmediata, sin embargo, esto no quiere decir que un infarto no lo sea, pues ambos problemas son potencialmente mortales cuya atención médica debe ser de máxima prioridad.
Una forma sencilla de poder identificar los síntomas en caso de que llegue a presentarse cualquiera de los dos problemas, es que un infarto será un dolor de pecho en el que sentirás una presión o dolor intenso en el pecho, el cual puede extenderse a los brazos, la mandíbula, el cuello; la espalda o el abdomen; sudoración excesiva, fatiga inusual, dificultad para respirar y nauseas o vómitos. Por otro lado, los síntomas del paro cardíaco serán pérdida del conocimiento, ausencia de pulso, dificultad para respirar y cianosis (problema en el que tu piel se torna en un color azul debido a la falta de oxígeno)
No olvides que reconocer estos síntomas puede ser vital para actuar rápidamente y mantenernos a salvo, pero sobre todo llevar un estilo de vida saludable en el que tratemos de proteger nuestro corazón de la mejor manera posible. Es sabido que este tipo de problemas no distinguen edad ni género, pero siempre hay que estar prevenidos e identificar si algo anda mal y qué medidas tomar para evitar algo que nos conduzca a problemas más graves como la muerte.
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