La Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) se ha encargado en repetidas ocasiones de explicar uso y perjuicios del uso del Cloro, quien a la letra explican: “Cloro es un desinfectante universal, de uso común, activo frente a muchos microorganismos. Se trata de una solución de Hipoclorito de Sodio, al seis por ciento disuelto en sosa (Hidróxido de Sodio). Comercialmente también se le conoce como blanqueador doméstico”.
¿Te has preguntado realmente para qué sirve?
El cloro es un oxidante que cumple una función desinfectante: al ser un oxidante fuerte ataca las membranas de las bacterias y las destruye. Por su gran eficacia, el cloro es lo que nos asegura la calidad bacteriológica del agua.
En la propia página de la marca más famosa de este desinfectante advierte, sobre mitos y leyendas:
Realidad, no puedes agregar cloro a los floreros para evitar que el agua se ponga turbia o huela mal. El hipoclorito de sodio, componente activo, determina por su origen que es falso que un producto sin cloro no desinfecta.
Es una realidad que los productos que contienen alcohol o Amonio Cuaternario dañan las manos, en este caso, es por tanto importante observar empaques pues las nuevas toallitas desinfectantes que cobraron fuerza a partir de Covid-19 están elaboradas para ser gentiles con la piel de las manos.
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Es de total relevancia poner atención a los productos de limpieza, poner etiquetas y cuidar cualquier detalle al respecto, porque cualquier uso de productos destinados para este fin, del aseo del hogar debe usarse en ambientes ventilados, no mezclarlos con otros productos de limpieza y no ingerir ni mantener contacto prolongado con cualquiera.
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