La televisión ha formado parte de nuestra vida en la que con tan solo oprimir un botón nos adentramos a un mundo lleno de historias y acontecimientos que nos mantienen ocupados e informados.
Encontramos desde programas como series, caricaturas, telenovelas, hasta telenovelas, partidos de fútbol o películas, el punto es que cada uno de estos elementos han logrado que nos reunamos por las tardes o noches con familia y amigos para pasar un rato de entretenimiento.
Es bien sabido que la televisión ha dejado de tener esa esencia que la caracterizaba tras la llegada de las redes sociales o las nuevas tecnologías, en los que la gente ya prefiere consumir otro contenido que encender este aparato. Sin embargo, eso no cambia toda la historia que ha dejado la televisión con el paso del tiempo, entre eso, sucesos que lograron ser vistos ante la mirada de cientos de miles de espectadores y que hasta ahora no tienen explicación.
Fue en la noche del 22 de noviembre de 1987 cuando los habitantes de Chicago, Estados Unidos, se encontraban mirando su respectiva programación en el transcurso de la tarde y la noche. Algunos veían las noticias y, otros, series de entretenimiento.
Aquellos que estaban mirando el noticiero en vivo llamado "The Nine O'Clock News" disfrutaban de un resumen deportivo cuando repentinamente la señal se oscureció durante 15 segundos para luego regresar, pero esta vez no había ningún noticiero en la señal sino un misterioso hombre que usaba una máscara de Max Headroom con unos lentes negros.
El hombre saltaba y se movía de un lado a otro, frente a una lámina de metal corrugado que imitaba el efecto de fondo utilizado en el programa original y película de Max Headroom. La imagen era clara, pero el audio era extraño, pues solo se escuchaba un zumbido y un ruido que inquietaba los oídos. Después de 28 segundos, aquella imagen desapareció para regresar a la programación original.
Muchos televidentes quedaron confundidos, no entendían qué estaba pasando. Las televisoras continuaron con su programación con total normalidad lo que restó de la noche hasta que, cuando el reloj marcó las 11, la famosa serie de televisión “Dr. Who” era transmitida en el canal 11 entreteniendo a pocas personas quienes aún se encontraban despiertas, encontrando qué mirar.
Todo marchaba bien, pero de repente, la señal fue interrumpida por el mismo hombre caracterizado de Max Headroom, haciendo su peculiar y misterioso show mientras un zumbido escalofriante tornaba la “programación” en algo tétrico. La imagen duró aproximadamente medio minuto hasta que desapareció para volver a mostrar su programación original.
Los técnicos en la estación WTTW nada pudieron hacer en su momento, desconocían de dónde provenía la transmición de ese desconocido personaje así como tampoco pudieron recuperar su señal secuestrada en el transcurso de ese minuto. Iniciaron una investigación por todo el lugar, buscando las maneras de entender si algún trabajador de la empresa había sido el responsable de transmitir esta broma, pero no encontraron nada.
Se necesita una enorme cantidad de energía para hacer algo como esto. Para cuando la gente comenzó a tomar cartas en el asunto sobre lo que pasaba, ya había terminado.
Robert Strutzel, director de ingenieros de WGN
Fue gracias a dos aficionados del programa Dr. Who que la televisora tuvo acceso a copias de esta transmisión, lo que los llevó a entregarlas con las autoridades para iniciar una investigación exhaustiva. Se supo que el responsable de este suceso era un tipo de hacker que estuvo en algún lugar cercano a las estaciones de televisión y torres, en donde aprovechó la oportunidad para infiltrarse chocando la señal de la torre WGN-TV mientras esta se conectaba con la torre de la WTTW; sin embargo, el Canal 9 sí pudo recuperar su señal, dejando vulnerable al Canal 11, lo cual fue aprovechado por el hacker para interrumpir su señal y mostrar aquellas imágenes perturbadoras.
Según varios testimonios, se piensa que este hacker pudo ser un empleado de alguna otra cadena de televisión o una persona de comunicación social con grandes conocimientos en señales de televisión, pero por más que investigaron por varios sitios, no pudieron dar con el paradero de ese hombre que secuestró durante más de un minuto una señal de televisión para transmitir su alocado espectáculo.
Hoy en día, el incidente de Max Headroom forma parte de un misterio que jamás tendrá una resolución para los empleados y dueños de canales de televisión, y si bien en pleno 2024 están muy difícil de ser víctimas de otro tipo de secuestro televisivo, aquellos espectadores que lograron vivir en carne en propia lo que un hombre con máscara de personaje de televisión es un fenómeno que no han olvidado, y que incluso sí se puede encontrar en plataformas de videos como YouTube.
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