Es común escuchar el término “depresión post”, como cuando se acude a un viaje y al regresar, se extraña y se denomina, principalmente en redes sociales, como “depresión post viaje”, donde al regresar, una parte de la cabeza y el pensamiento se emite en dirección a ese pasado que ya no está, respecto de la feria y dadas por finiquitadas las actividades, algunos usan el término sumándolo a su diario vivir en los días póstumos al final de la verbena, al respecto Diana Hernández ahondó en el uso del término.

“No existe, no existe clínicamente, de hecho la depresión clínica que se puede diagnosticar con el DCM5. No existen depresiones de ese estilo. Una depresión tiene como característica que debe de influenciar que tu vida no sea igual; es decir que no vas a trabajar, o sea que dejes de hacer cosas de la vida cotidiana debido a la tristeza por seis meses, simplemente no existe la depresión post feria, porque no pueden ser como características que suceden después de un suceso de traumático”.

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Por lo que invitó a no darle fuerza y poder al término, porque entonces termina siendo confuso y mal empleado, así que solo puede haber emociones de tristeza pasajeras pero no un generador de malestar general, incluso químico que sea siquiera indicios de depresión.

“No está bien estarle diciendo depresión a todos los males, por decir, si existe un terremoto y hay gente que está sufriendo, no es depresión post terremoto, es un suceso que te causa tristeza y por eso la palabra depresión o ansiedad está tan mal viciada y usada, por eso uno se anda diagnosticando con depresión cada mes que está triste, por ejemplo, "estoy depre", es muy mal usada y si la usamos hasta para la feria, pues no”.

Expresó que es entendible que vengan muchas emociones, como la denominada “cruda moral”, o disgustos porque el dinero se acabó en la fiesta, o cambios de humor por estrés cotidiano que en Feria era liberado con las salidas, pero nada que, a causa de la Feria de San Marcos, sea un cuadro de atención.

“Sí hay cosas que podríamos estudiar como tal, pero no hay que ponerle nombre de depresión porque sino estamos alimentando a que se siga mal usando esa palabra”.

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