Aguascalientes ha forjado una identidad cultural a través de los años con ayuda de una mezcla de tradiciones históricas, eventos artísticos, entre otros,, que reflejan la vida y las costumbres de su gente.
No importa que sea un estado pequeño, geográficamente hablando, pues su esencia lo ha llevado a ganarse un lugar en el que mucha gente ha tenido su cercanía por aquellas historias que tiene por contar.
Como en cualquier lugar, las leyendas no están exentas de hacerse presentes para demostrarnos que cada rincón de una entidad tiene un lado oscuro que ha acechado a sus pobladores.
En el caso de Aguascalientes, se conocen leyendas como las del "Niño de las Uvas", "los túneles de Juan Chávez", "el encapuchado", entre otras más, pero sabías de la existencia de un pequeño ser que ha “acechado” a vecinos del fraccionamiento Pulgas Pandas?
La historia de este personaje se remonta en versiones o testimonios que han dado sobre la existencia de un aterrador duende que se escabulle por los rincones de las casas para convertir la noche de las familias en una pesadilla.
En México, se tiene la costumbre de decir que cuando un sitio tiene la presencia de fenómenos paranormales, es porque años atrás, ese lugar era un cementerio que posteriormente tuvo que ser destruido para crear una construcción más “útil” para la colonia. En este caso lo es, pues los vecinos aseguran que antes de que Pulgas Pandas fuera construida, se situaba un antiguo panteón.
En este lugar, descansaban los restos de cientos de familias cuyos nombres habían sido olvidados. Al tratar de darle una renovación a esta zona, se iniciaron los planes de construcción para viviendas, permitiendo que se faltara el respeto a las tumbas de aquellos difuntos, destruyendo lápidas y acabando con ese “hogar” que era solo exclusivo para los ya fallecidos.
Algunos vecinos consideran que la destrucción de este lugar de eterno descanso creó la furia de los difuntos, quienes ahora se han presentado a través de fenómenos extraños que acechan a los residentes. Durante las noches, se dice que en algunas casas los objetos se mueven por sí solos, así como ruidos inexplicables cuyo origen es desconocido.
El terror se apoderó del prestigiado Pulgas Pandas, tanto que estos extraños sucesos empezaron también a relacionase con la presencia de un duende, quién participaba en estos eventos, exigiendo “justicia” por el lugar de descanso que les fue arrebatado.
Este duende era descrito con una criatura grotesca y rostro deforme, piel repleta de arrugas y un par de ojos que resplandecían en la oscuridad. Algo más poseía que convertía el momento en algo muy aterrador, pues su risa que ha llegado a escucharse entre las calles denota un nivel de maldad que nadie quiere escuchar.
La historia del cementerio antiguo tomó cada vez más forma, pues los vecinos aseguraron que este duende era realmente un guardián de aquellos difuntos que buscaba venganza por la profanación, duende que con el paso del tiempo fue perdiendo su esencia hasta no volver a saber más de él.
Algunos aseguran que sus risas o pisadas aún llegan a escucharse en algunos rincones del fraccionamiento, y pese a que la paz y la tranquilidad ahora se respira entre las calles; nadie ha podido borrar del recuerdo ese lugar en el que cientos de personas descansaban y el cual les fue quitado para darle “una manita de gato” al estado.
Esto pareciera transmitir serenidad, pero hay quienes aún creen que el plan del dichoso duende aun no ha terminado, y que en algún momento podría regresar mucho más poderoso que antes.
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