Han pasado pocos días desde la Noche Buena y, seguramente, en muchos hogares mexicanos, aún siguen comiendo lomo, pierna, lechón o tamales que quedaron desde esa noche.
Y es que pareciera una tradición que, para estas fiestas decembrinas, las abuelas, madres, tías o a quienes les toque cocinar, preparen comida de más; dando pie al famoso recalentado.
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Pero, ¿por qué la comida es tan importante en cada celebración, ya sea que se trate de Navidad, Año Nuevo o un cumpleaños?.
En entrevista con El Sol del Centro, la maestra Mayte Esparza, coordinadora del Programa Gastronómico “Aguascalientes Sí Saaabe”, compartió que las ceremonias, rituales y eventos sociales, se tratan de una reunión en la que todos tienes un objetivo común y la gastronomía funge como la amalgama, la unión o la forma de compartir y de ser uno, aunque de manera colectiva.
Además, la comida tiene un componente anclado a la estacionalidad, por lo que se fincan en las celebraciones de primavera, de verano, otoño e invierno, y para cada una, hay un platillo o bebida que se prepara en concordancia con los ingredientes que la tierra brinda según la época del año.
Como ejemplo, en Navidad comemos semillas, uvas, cítricos, tes y ponches, que tienen qué ver con fortalecer nuestro sistema respiratorio; también comemos cosas dulces, para elevar nuestro nivel de energía.
Tenemos platillos mexicanos que se han conservado durante cientos de años, con sus respectivas fusiones respecto a los ingredientes disponibles, y otros que se han ido incorporando, para mejorar nuestra salud y enriquecer su preparación
No obstante, además del disfrute y el placer de comer en familia, los alimentos también poseen un atributo emocional y espiritual. Como ejemplo, en las recetas que hay para cada ocasión, los orígenes de cada una de ellas pueden ser familiares, comunitarias o históricas.
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Cada vez que incluimos nuestra gastronomía, reproducimos esas prácticas culturales que, a su vez, se convierten en nuestra herencia para las otras generaciones con quienes compartimos. Así se sostiene el valor de la gastronomía dentro de las celebraciones.
Históricamente, desde nuestros ancestros, la comida era nuestro contacto con la espiritualidad, con la naturaleza, con los cuatro elementos. La comida era el medio por el cual, la supervivencia de cualquier grupo humano estaba garantizada
Mayte Esparza, coordinadora del Programa Gastronómico “Aguascalientes Sí Saaabe”
Y era, precisamente, los cocineros, dedicados a transformar estos elementos de la naturaleza, en alimentos digeribles, aprovechables para el humano, los administradores de los recursos para que cada uno de los miembros del grupo estuviera provisto de lo necesario.
Este rasgo no ha cambiado mucho, pues en casi todos los hogares, hay abuelos, padres u otros seres queridos, pendientes de que los miembros de las familias, se alimenten bien, como un signo del amor que les profesan.
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