Es muy común que la gente esté interesada por explorar nuevos lugares, pudiendo ser un país, un pueblo, o cualquier otro lugar que nos ofrezca la oportunidad de conocer partes que creíamos nunca ver.
Los bosques han sido y continúan siendo una fuente inagotable conocimiento y descubrimientos, en el que a través de un paseo podemos encontrar un mundo donde cada árbol cuenta una historia, cada sonido tiene un significado y cada sombra oculta secretos de la naturaleza.
Parte de estas exploraciones se deben realizar con precaución, sobre todo si no estás familiarizado con las rutas, por lo que un mapa te servirá de mucha ayuda. La mujer en esa historia no corrió con la misma suerte, pues su viaje se convirtió en algo escalofriante.
Geraldine Largay amaba conocer nuevos lugares, y realizar exploraciones que le permitieran demostrarle a todos que a sus 66 años tenía los deseos para realizar cualquier actividad “para lo más jóvenes”. Fue por eso que su idea de hacer una exploración en los Montes Apalaches, en el estado deMaine, Estados Unidos no podía pasar desapercibido.
Su aventura había iniciado el 22 de Julio de 2013 cuando Geraldine había organizado un recorrido a este bosque en compañía de un grupo de personas más. Su trayecto marchaba bien, pero en un momento la sexagenaria perdió el rumbo del camino cuando se dispuso a ir al baño.
Su calvario empezaba, pues por mas que trató de ubicar a su equipo de exploradores no lo logró, pues solo se topaba con árboles y mucha vegetación que le impedían tener una vista hacia su alrededor. Desde ese momento perdió todo contacto con cualquier otro ser humano y jamás volvió a encontrar el sendero, por lo que fue reportada como desaparecida.
Buscando una forma de salir de ese laberinto, Geraldine encontró una zona del bosque en la que pudo mandarle un mensaje de texto a su esposo, quien la esperaría a la salida del bosque una vez que terminara el recorrido.
Estoy perdida desde ayer. Me desvié tres o cuatro millas del sendero. Llamen a la policía por favor.Geraldine Largay
De acuerdo a las autoridades, el operativo de búsqueda de Largay fue uno de los más largos y costosos de la historia de Maine, en el que utilizaron todo tipo de recursos por dar con su paradero, entre ellos, 100 rescatistas con perros detectores de olor.
Por otra parte, Geraldine continuaba buscando las formas de poder sobrevivir bajo esa situación, y es que a pesar de haber tenido experiencia en exploraciones en bosques, llevar provisiones como un botiquín básico, su carpa de campaña, un rosario; talco, hilo dental y un cepillo de dientes, poco le sirvió para resistir más tiempo en las profundidades de aquella área verde.
Su celular se fue quedando sin batería, por lo que no dudó en mandar un último mensaje a principios de Agosto: "Cuando encuentren mi cuerpo, por favor avisen a mi esposo George y a mi hija Kerry. Será una gentileza de su parte informarles a ellos que estoy muerta y dónde me encontraron, no importa cuántos años pasen".
Los días fueron pasando, Geraldine cada vez tenía menos fuerzas para salir de allí. Se supo que en alguna parte del bosque intentaba encender fogatas como señal fácil de su rescate, pero a pesar de estas medidas, nadie pudo dar con su paradero. Una vez que sus recursos se agotaron, la mujer dejó un último mensaje en un cuaderno que llevaba consigo: "Por favor ten el corazón de enviar el contenido de esta bolsa a mi esposo".
La última nota la escribió el 18 de dicho mes, día en el que murió por inanición y exposición a la naturaleza dentro de su carpa. Después de que su búsqueda fracasó y nadie más pudo dar con ella, el caso se resolvió hasta el 11 de octubre de 2015 cuando un guardabosque encontró su cuerpo por casualidad,
El lugar donde ella falleció después de 26 días de lucha por su supervivencia fue adornado con una cruz blanca en el que se puede leer un mensaje emotivo hacia ella: “desearía que estuvieras aquí”
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