Desde hace algunas semanas se hicieron presentes en la entidad, las precipitaciones de verano; situación que la gran mayoría de la población celebra, luego de una temporada de sequía y muy altas temperaturas.
No obstante, pese a las múltiples ventajas que las lluvias traen consigo, hay otras repercusiones que no son tan agradables, como la presencia de las moscas.
Y es que, con las lluvias, también se ha registrado un incremento considerable en la aparición de estos insectos.
Especialistas en saneamiento y control de plagas, señalan que este fenómeno tiene dos principales explicaciones. La primera es que, a causa de las lluvias, se presenta un incremento en la presión atmosférica, que provoca una disminución en la densidad del aire y esto las obliga a permanecer en áreas más bajas. Es decir, vuelan a menor altura y, por lo tanto, se establecen en superficies más cercanas a la tierra.
La segunda obedece al aumento en la humedad. La humedad favorece el crecimiento de hierba y flores de distintas especies; y esto, a su vez, genera condiciones propicias para su supervivencia.
Desafortunadamente, dichas condiciones resultan aptas, no sólo para proliferación de las moscas, sino también de otras especies como mosquitos, arañas, hormigas y cucarachas, por mencionar algunos.
En este sentido, señalan que existen varias alternativas para controlar la población de esta fauna, y que se determinan según el lugar donde se llevará a cabo; es decir, si se trata de una casa habitación, de un centro laborar o un espacio público, entre otros factores. Sin embargo, la mejor forma de prevenir esta problemática, es evitar el almacenamiento o estancamiento de agua y privilegiar el aseo e higiene constante de los espacios.
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