¿Qué escalofriante historia esconde la Casa Aramberri y que hoy es un restaurante? Aquí te contamos

Recientemente se ha abierto un restaurante en una de las casas más famosas en Monterrey pero; ¿qué sucedió realmente ahí?

César González / El Sol del Centro

  · lunes 14 de octubre de 2024

La casa fue testigo de un suceso aterrador en 1933 que arruinó la vida de una familia | Cortesía / César González

Es muy común que alrededor del mundo se construyan casas o casonas que sobresalen por su diseño en particular. Hay desde casas con fachadas remontadas en diseños antiguos, hasta aquellas que parecieran no haber tenido un esfuerzo por construirse.

En México existen variedad de viviendas, ubicadas principalmente en las zonas centro, en donde se pueden ver gran diseño de casas que hoy en día muchas ya no están habitadas por familias, sino que son usadas para restaurantes e incluso, museos.

Cada una de estas casas tiene una historia, algo qué contar, y parte de esas experiencias van desde lo más agradable hasta lo mas aterrador. ¿Estás listo para conocer qué sucedió realmente en la famosa Casa Aramberri?

Recientemente se difundió en diversas redes sociales la apertura de un restaurante ubicado en la zona centro de Monterrey; el predio no es común como cualquiera de los otros a su alrededor, sino que dicho restaurante se encuentra en la Casa Aramberri, sitio en el que el 05 de abril de 1933 Antonia Lozano de Montemayor y su hija Florinda Montemayor fueron privadas de su vida en lo que era su antigua casa en la calle José Silvestre Aramberri número 1026 Oriente.

Delfino Montemayor, esposo y padre de las víctimas, fue el que descubrió este suceso tras haber llegado de su trabajo en la Fundidora. La escena que había presenciado fue escalofriante, pues la manera en cómo las mujeres habían sido acabadas fue indescriptible.

La casa se encuentra ubicada en la zona centro de Monterrey | Cortesía


En su momento, se creía que el motivo de lo ocurrido era el robo, pues faltaban algunos objetos de valor en varias partes de la casa, pero algo llamaba la atención, pues tras algunas pruebas se pudo comprobar que la puerta de la casa no había sido forzada, lo que dedujo que las mujeres pudieron conocer a sus atacantes.

De inmediato, las autoridades iniciaron una investigación para dar con los responsables, encontrando un rastro de sangre que conducía a una carnicería, propiedad del señor Gabriel Villanueva, donde encontraron prendas que más tarde identificaron como sábanas con restos de las mujeres así como objetos de la familia.

Antonia y su hija Florinda fueron atacadas durante la tarde del 05 de abril de 1933


La investigación pareció enfriarse hasta que finalmente lograron capturar a los responsables de este hecho; Emeterio González de León y Gabriel Villarreal se confabularon con los familiares de las mujeres, Heliodoro y Fernando Montemayor, quienes involucraron a Pedro Ulloa, el chofer que los habría trasladado. Sin embargo, varias versiones de los hechos cambiaron el rumbo del caso hasta convertirlo en leyenda, ya que otras personas afirmaron que el que ayudó a resolver el misterio fue el loro de la familia, pues cuando Delfino llegó a casa escuchó al ave repetir una frase que pudo haber dicho una de las víctimas al momento del ataque, frase que iba acompañada del nombre del culpable: Gabriel.

A pesar de que se tenían estos dichos, los responsables fueron llevados a prisión para que cumplieran sus respectivas condenas, dejando así un rastro de justicia y terror que Delfino no pudo soportar más, pues abandonó aquella vivienda para buscar una nueva vida.

Con el paso de los años, la Casa Aramberri fue habitada por varias familias, pese a la mala fama que ya tenía sin que ninguna de ellas se mantuviera durante un tiempo prolongado, pues se empezó a decir que esta casa se iba deshabitando porque empezaron a registrarse sucesos paranormales, entre ellos gritos y lamentos que podían escucharse por las noches y que muchos creen les pertenecen a Antonia y Florinda.

La sociedad se conmovió por lo ocurrido, tanto que las investigaciones duraron solo 11 días | Cortesía / X

Ante los extraños sucesos que estaban pasando, la casa no fue habitada nunca más, permitiendo que varias personas curiosas ingresaran a ella para recorrer y simplemente capturar en videos o fotos su experiencia de pisar el terreno de un lugar con una oscura historia; pero todo cambió cuando en 2018 fue adquirida por el Gobierno de Monterrey, poniendo ladrillos y cemento en la entrada para impedir su paso.

Familiares de los Montemayor, ante lo sucedido, trataron de que la casa fuera convertida en un museo a través de peticiones, las cuales nunca fueron respondidas, convirtiendo a la casa en un lugar solitario y descuidado hasta que finalmente, en 2024, este famoso sitio fue convertido en un restaurante.

Hoy en día, la casa se convirtió en restaurante ofreciendo hamburguesas de calidad a los visitantes | Cortesía


De ser un lugar con una historia sombría pasó a convertirse en un negocio de hamburguesas que le ofrecen al público un sazón que los hará repetir su visita. Muchas personas consideran que la Casa Aramberri fue el lugar menos indicado para establecer un restaurante, pues también se ha viralizado la novedad de que una de las gerentes de este lugar presentó su renuncia tras haber sentido la presencia de un "ente" en uno de los pasillos.

Si bien el lugar está recién abierto, solo queda esperar el testimonio de visitantes que puedan corroborar que este lugar, pese a que tenga ya luz y movimiento, realmente tiene la presencia de las víctimas a las que les fue arrebatada la vida hace 91 años.

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