El fallecimiento de un ser amado es un proceso complejo, por lo que tener un objeto que lo represente muchas veces ayuda a superar el duelo o asirse tiernamente a su recuerdo. Justamente ese es el objetivo de los osos de peluche hechos con prendas de quienes se nos adelantaron en el camino de la vida.
Rosa Isela Martínez, residente en la colonia Jesús Luna Luna de Ciudad Madero, fabrica estas piezas con ropa de personas fallecidas, con lo que logró crear un emprendimiento para dar confort a los corazones afligidos y al mismo tiempo apoyar a su hijo con autismo ante la muerte de su padre.
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Hace tres años decidió comenzar en el negocio de la fabricación de ositos de peluche, con los que actualmente le ayuda a solventar los cuidados de su hijo con esta condición. El proyecto ha crecido de manera exponencial, llegando incluso a realizar envíos a diversas partes del país.
Hizo el peluche de su esposo fallecido para su hijo
La partida de su esposo Miguel, hace tres años, fue un duro golpe para la familia. Al ver que su hijo atravesar por este proceso de duelo decidió confeccionar el primero de estos peluches.
La sensación de darle forma, entregárselo y ver la alegría de su pequeño fue motivo para continuar con esta iniciativa.
“El de mayor emotividad fue el de la prenda de mi esposo, ya de ahí no dejé de hacerlo, el que hice fue con un fin, apoyar a mi hijo, se le notaba muy triste por la ausencia de su papá”, narró la entrevistada.
Estos peluches son elaborados en su mayoría con la prenda con la que más se recuerda al fallecido, a veces le han tocado uniformes de trabajo, alguna camisa de una ocasión especial o la que con más fotos tiene la persona.
“Una puerta se abrió para apoyar a su hijo"
Esta experiencia sería catártica para ella, pues descubrió la oportunidad para salir adelante con su pequeño, ya que al quedarse viuda se enfrentaría sola al reto tan grande de ser madre de un hijo con autismo.
“Le vi el lado bueno a esto, y lo vi por mi hijo que tiene muchas necesidades. Y ahorita que me quede sola, para mí es muy importante un apoyo y tener este trabajo”, explicó la entrevistada, quien hoy ya cuenta con un equipo especializado para la confección de peluches y hace envíos a toda la República.
Cada peluche es una historia
Sentir con sus manos las prendas que alguna vez tuvo aquella persona y darles forma para inmortalizarlos, es un proceso a veces complicado, las historias detrás de cada uno de ellos son difíciles, pues recibe desde adultos mayores, niños y hasta casos de suicidas.
“Han venido personas que sus familiares han fallecido de alguna manera trágica, o niños que sí nacieron pero por complicaciones de la vida fallecieron y gente que se ha suicidado lamentablemente”.
Las mascotas también han formado parte de las fabricaciones de estos ositos hechos para no olvidar a seres queridos fallecidos, como un bello recuerdo que incluso puede tocarse.
Publicado originalmente en: El Sol de Tampico
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