A lo largo de la vida el ser humano se enfrenta a retos u obstáculos en los que se puede poner en riesgo su integridad, lo que lo convierte en alguien totalmente vulnerable ante sus actividades o acciones que realizan como parte de su vida cotidiana.
La violencia contra empresarios es una situación que ha sembrado inseguridad a través de los años y que ha captado la atención de la sociedad y autoridades en diversas partes del mundo. Al ser ellos los principales objetivos para llevar a cabo algún delito como robo u homicidio, se genera un clima de inseguridad que afecta gravemente el desarrollo no solo económico en una región sino también en la sociedad.
Una mujer fue víctima de su propio trabajo cosechado durante años, cuyo caso se mantiene sin resolver. ¿Estás listo para conocer su historia?
Penny Bell nació en Febrero de 1948 en Somertset, Inglaterra; poco se sabe de su vida, y es que en 1987 se había mudado con su esposo Alistar Bell a la ciudad de Denham, en el que se convirtió socia de Coverstaff Ltd, una agencia de empleo exitosa.
Todo marchaba bien hasta que el esposo de la mujer, tres días antes de los hechos, notara algo extraño en ella, pues parecía mostrar señales de que quería hacer algo en los días posteriores. Sin preguntarle nada, dejó que su esposa durmiera después de haber visto las noticias aquella noche.
En la mañana del 06 de junio de 1991 el día parecía ser normal para esta pareja, pues Alistar salió de casa alrededor de las 8 de la mañana para ir a su trabajo, no sin antes haber visto a Penny muy alegre; sin embargo, otra situación extraña sucedió, pues la mujer no se despidió de él como de costumbre. En su momento pensó que se debió a una interrupción por abordar el tema de la renovación de su cocina; pero no le prestó mucha atención a ello.
Después de que su esposo se fuera, Penny salió de casa pasadas las 9 y media de la mañana (su hora habitual de salida) para dirigirse a una cita con unos trabajadores de la construcción, en la cual ya estaba atrasada. A pesar de que se conoció esta versión, nadie pudo obtener un registro de que realmente hubiera una cita de trabajo con alguien, por lo que esta sería la última vez que alguien supo de ella.
Las autoridades del lugar comenzaron con su trabajo encontrando testimonios de personas que habían afirmado ver a Penny recoger a un hombre en una estación de tren; otra persona, quien paseaba a su perro, afirmó haber visto a un hombre alto y de aproximadamente 50 años, esperando junto a un coche de color marrón o bronce subirse a un Jaguar XJS azul (el cual era el coche de Penny) alrededor de las 9:50 de la mañana, muy cerca de una casa de huéspedes.
Por otro lado, una persona más aseguró haber visto el coche de la empresaria siendo conducido por un hombre y cuyas luces de emergencia estaban encendidas alrededor de las 10:30 de la mañana. Un testimonio más, 6 meses después de la desaparición de Penny, cambio el rumbo de las cosas, pues una mujer afirmó haber visto a Penny a bordo de su vehículo mientras un desconocido estaba a su lado, en donde pudo ver que la mujer hacía gestos de súplica por ayuda.
Si bien se tienen teorías de lo que pudo haber pasado con la mujer, todo empeoró cuando tres horas después de haber salido de su casa, Penny fue encontrada sin vida al interior de su vehículo con más de 50 heridas realizadas por un arma punzocortante. La vieron inmóvil en el asiento del conductor de su coche en el estacionamiento del Gurnell Leisure Centre.
Después de haberse realizado las pruebas forenses se determinó que la mujer había sido apuñalada desde el asiento del pasajero, cuyo responsable, antes de salir del coche, la hirió frenéticamente desde el lado del conductor. Dentro del coche habían encontrado muestras de papel tapiz para la decoración de la habitación de Penny, obsequio que sus hermanas le habían enviado dos meses antes de su muerte y que nunca le mostró a nadie, ni mucho menos a su esposo.
Además, otra parte del informe forense había revelado que el responsable habría terminado cubierto de sangre, pues la intensidad con la que se llevó a cabo el homicidio habría dejado una serie de pistas que pudieran resolver el caso, pero nunca pudieron encontrar algo; sin embargo, meses después de lo ocurrido, la investigación pudo obtener información de que Penny había retitado de su cuenta bancaria £8,500, algo que su esposo no podía explicar del todo.
Si bien la policía cataloga a Penny como una empresaria exitosa cuya vida de casada y laboral giraban en torno e un ambiente de paz y tranquilidad, se ha llegado a pensar que la mujer pudo conocer a su agresor. Las pruebas para corroborar esta teoría no las tienen en su posesión, pero con la ayuda de los testigos y las pocas pruebas encontradas ha aumentado la posibilidad de que este homicidio fue producto de alguien que quería acabar con la carrera de Penny.
Y tú, ¿qué crees que pudo haberle pasado?
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