Los bebés reborn, muñecos hiperrealistas de vinilo o silicona que simulan la apariencia de un bebé real, se han convertido en una tendencia que va más allá del juego y el coleccionismo.
Aunque son populares entre madres que los compran como juguetes para sus hijas, también tienen usos terapéuticos, sobre todo en el ámbito de la psicología y el cuidado geriátrico.
Sin embargo, estos usos han suscitado controversia, especialmente en adultos que experimentan duelos o problemas emocionales.
La psicóloga Diana Hernández, en declaraciones exclusivas, señala que estos muñecos pueden cumplir funciones positivas al fomentar la imaginación y los cuidados simbólicos, lo que resulta beneficioso para los niños en su desarrollo.
"Es un tipo de juego simbólico que ayuda a desarrollar habilidades motoras y a comprender el cuidado de otros", explica. Sin embargo, advierte que el impacto emocional de estos muñecos en adultos puede variar según la situación personal de cada individuo.
Algunos estudios respaldan el uso de los bebés reborn en entornos terapéuticos, como en residencias de ancianos, donde ayudan a reducir la ansiedad en pacientes con Alzheimer. Para personas en duelo, estos muñecos también pueden ofrecer una forma de transitar por el proceso de pérdida.
No obstante, Hernández recomienda cautela en casos específicos: "No es lo mismo que una niña juegue con un muñeco a que una adulta que ha perdido un hijo llame al muñeco como su bebé fallecido. Este vínculo puede llegar a confundir los sentimientos y desencadenar reacciones de nostalgia o incluso ansiedad."
Para la psicóloga, el uso terapéutico de estos muñecos debe estar guiado por profesionales, especialmente cuando se destinan a adultos.
Hernández invita a quienes buscan en ellos una experiencia de maternidad o un consuelo emocional a considerar alternativas terapéuticas que no representen un riesgo para la salud mental.
___________________________________
Escucha el Podcast ⬇️