Hoy en día vivimos en un mundo en el que podemos disfrutar de varias producciones que nos puedan ofrecer países de los 5 continentes en este planeta. Cada producción nos cuenta una historia, y esa historia es lo que nos hace amar u odiar ciertos géneros.
Si bien estas historias, distribuidas en un gran catálogo de géneros, se disfrutan precisamente a través de una película, series o un simple video, no hay que dejar de lado aquellas historias que se encuentran entre líneas, porque sí, un libro también es ese boleto que nos lleva a un paraíso de emociones y aventuras.
Así como mucha gente ama las historias de romance, de fantasía o de acción, hay quienes adoran asustarse con esas inesperadas sorpresas que el terror les pueda ofrecer. El terror ha formado parte de una cultura en la que pocos saben llegar a la mente de un lector o televidente para perturbarlo, por eso hoy te contaremos ese don que ha plasmado Stephen King en sus obras a lo largo de estos años, tanto hasta convertirse en el famoso “Maestro del Terror”
Muchos se preguntarán cómo habrá sido aquél 21 de septiembre de 1947, día en que Stephen King llegó a este mundo. ¿Pudo ser algún día nublado o con un cielo totalmente sombrío para entender el origen de su don por resaltar el terror? No se sabe con exactitud, lo que se sabe de su vida es que tuvo una infancia difícil, ya que su padre lo abandonó dejando a su madre a cargo del cuidado de él y su hermano, David.
Para tratar de enfrentar estas dificultades, King empezó a refugiarse en la escritura, basándose en películas vistas e historietas, así como en aquél día en que presenció junto a unos amigos cuando un niño había sido arrollado por un tren. Muchos creen que este sucedo pudo desencadenar su afición por el género terrorífico, pero no se ha podido confirmar.
Para desahogar un poco la difícil situación económica que había en casa, Stephen a vender cuentos cortos en su escuela, lo que terminó siendo un problema ya que algunos profesores lo obligaron a devolver el dinero de sus ventas. A pesar de este pequeño incidente, el hombre continuó escribiendo, logrando enviar sus trabajos a varias revistas, hasta que finalmente en 1971, tras su paso por la Universidad de Maine, logró conocer en la biblioteca a la que sería su futura esposa: la escritora Tabitha King.
Estando ya casado, Stephen se enfrentó nuevamente a pequeños problemas económicos pero también en aquellos relacionados al alcoholismo, lo que lo llevó a tener episodios en los que no solía escribir y se sentía decepcionado. Se encontraba escribiendo el boceto de la famosa novela “Carrie” cuando su esposa lo vio tirarlo a la basura. Ante esto, la mujer rescató la historia y lo animó a terminarla, logrando así a que una editora se interesara en ella para publicarse oficialmente en 1974.
Tras la llegada de una gran historia como Carrie, en años posteriores fueron más novelas las que iban perteneciendo a este listado de historias (el Misterio de Salem’s Lot, El resplandor, Cujo, Misery, It, entre otras) que exponían el gran talento y don que tenía Stephen por asustar y cautivar a aquellos amantes del terror.
Para la década de los 80’s, Stephen ya había alcanzado una fama mundial, tanto que fue bautizado como “El Maestro del Terror”, pues él era la figura única que creaba personajes complejos y realistas que permitían a los lectores conectarse emocionalmente, intensificando el miedo en sus historias. Además de que él exploraba miedos fundamentales como la muerte, la locura, la soledad y el mal, y lograba conectarlos con ciertos temas que llevan a la historia a un camino retorcido que sólo aquellos podían identificar que se trataba de una obra hecha por este maestro.
Su gran talento por llevar el terror a muchas partes del mundo lo hizo acreedor a que sus historias ya no formaran parte de un libro, sino que fueran llevadas a la pantalla grande. En varias de esas producciones, Stephen participó en la escritura de algunos guiones, y si bien ciertas películas como It o Misery no pudieron mostrar al público la verdadera historia sin censura, Stephen trató de que estas cintas se apegaran lo mejor que se pudiera a sus obras.
Fueron tantos años de esfuerzo y talento que todo su trabajo fue recompensado no solo económicamente sino también en la entrega de varios premios por su gran aportación a la literatura, siendo el Premio World Fantasy, el Premio Edgar Allan Poe y algunos más los que reconocieron la maravilla de sus obras.
Stephen King es un símbolo en la cultura del terror, y es muy difícil que alguien no haya podido leer uno de sus libros, o bien presenciar sus historias adaptadas en películas. También ha sido como inspiración para otros escritores para llevar al terror a un camino en el que el lector pueda perder el control de sus emociones ante una historia terrorífica. Si bien nadie puede opacar el trabajo de un gran escritor al tener cada quién un estilo para narrar historias terroríficas, lo más claro es que una leyenda como King tiene una esencia que fácilmente puede reconocerse y asustar a cualquiera.
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