Es normal que, por día, una persona pierda entre 50 y 100 cabellos. Sin embargo, en situaciones variables como la resequedad, el ambiente, el estrés, la salud o el uso excesivo de planchas o secadoras, el número de hebras que se caen a diario, puede incrementarse considerablemente.
En este caso, hay algunos remedios caseros a los que se puede recurrir, de bajo presupuesto y de fácil preparación.
Uno de los más populares es la infusión de romero, pues son bien conocidas las propiedades que posee esta hierba de color verde, para hidratar el cuero cabelludo, aportar suavidad y brillo, además de funcionar como un acondicionador natural. En dos tazas de agua, se agregan dos cucharadas de romero y se pone al fuego, hasta que rompa el hervor. Posteriormente se deja enfriar y reposar. Se esparce en todo el cabello, con atomizador, y después de 15 minutos, se enjuaga con agua tibia.
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De igual forma, el aloe vera es una gran aliada del cuidado capilar, pues además de humectar y fortalecer los folículos capilares, ayuda al crecimiento del cabello y evita la caída. Es necesario extraer la pulpa de la sábila y aplicarla directamente en todo el cabello, desde la raíz. Luego de un breve masaje, se deja reposar durante 20 minutos y se enjuaga con agua tibia.
Ahora, si deseas agregar biotina y vitamina A y E a tu cabello, tu opción es mezclar un huevo entero, con una cucharada de miel. Se aplica desde la raíz hasta las puntas y se deja actuar por 20 minutos. Para evitar el aroma del huevo, se lava el cabello de manera habitual, con el shampoo.
Cabe mencionar que estas recomendaciones son efectivas cuando la pérdida del cabello no es abundante; es decir, que no produzca, aún, espacios de calvicie total; pues, de lo contrario, lo ideal es acudir con un médico para que proporcione el tratamiento adecuado.
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