A pesar de contar con importantes cargos y estudios tanto dentro del tema académico como laboral, la enfermera Francisca Rodríguez Escobar, con una experiencia forjada a través de 24 años de trabajo y quien estaba adscrita al Hospital General de Rincón de Romos, hasta que se le comisionó para laborar en el área Covid-19 del Hospital Hidalgo.
"En ese momento iniciaron los problemas", informó Francisca Rodríguez, quien señaló que dicha comisión no podía cumplirla ya que padece asma y eso, indicó, es del conocimiento de las autoridades de la Secretaría de Salud en el estado “pero estuve trabajando en oficinas centrales de la dependencia en espera de que se considerará mi situación”.
Reconoció que “hubiera sido un gran honor el poder trabajar junto a ese gremio de enfermeras que respeto y admiro por estar al frente de los pacientes con Covid-19, exponiendo sus vidas, pero este padecimiento me impidió trabajar junto a ellas”
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Posteriormente, “en julio de este año se me indicó que me incorporara al hospital del municipio de Calvillo, el problema es que yo radico en Rincón de Romos, o bien que me incorporará al Miguel Hidalgo, el de la Mujer o que me vaya al hospital de Pabellón de Arteaga”.
Esta situación, refirió:
La expuse a la secretaria de la Sección 38 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, Delia Magaña, quien hizo caso omiso de la situación y en esas condiciones fui despedida el dos de julio
En este contexto el viernes 13 de julio, “me entregan el dictamen del acta administrativa en donde se me informó que estoy despedida, lo cual pienso que es injustificado lo que están haciendo".
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Por su parte, el Instituto de Servicios de Salud del estado, (ISSEA) informó que Francisca Rodríguez Escobar, quien fungió hasta el 12 de agosto como supervisora de Enfermería en el Hospital de Rincón de Romos, precisó que se llevó a cabo un procedimiento sancionatorio por omisiones en sus deberes como trabajadora, por lo que después de realizar las investigaciones correspondientes y el levantamiento de actas, se acreditó un incumplimiento en sus responsabilidades como trabajadora, lo que concluyó en un despido justificado.
Se añadió, por medio de un comunicado oficial, que, durante este proceso, el ISSEA cumplió con las formalidades esenciales, respetando ante todo los derechos laborales de la trabajadora y aplicando la normativa correspondiente al identificar que no cumplía con sus responsabilidades., lo que es incompatible con la política de la Secretaría de Salud.
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