La mejor forma de ofrecer un regalo adecuado a las madres de familia es apoyar su salud, lo cual no es todo, pero sin salud no hay nada, por lo que durante su embarazo y el parto se les debe de cuidar, es el mejor obsequio que sus seres queridos le pueden brindar, para que ellas a su vez, puedan dar la primera muestra de amor a sus hijos.

Así lo indicó Ismael Landín Miranda, médico pediatra quien aseguró que en el estado “nacen cada año 26 mil niños en promedio, de los cuales, uno de cada seis registra peso bajo por desnutrición de la madre o por prematurez, lo cual coloca a estos bebés ya con desventaja desde el momento de su nacimiento”.

Los niños que nacen con peso bajo “en un número importante, son hijos de madres adolescentes, otro porcentaje, porcentaje, por fortuna no tan grande en nuestro estado, es el de mujeres con adicciones al alcohol o otras drogas y otra cantidad más pequeña es la mala educación alimentaria de la mamá”.

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En lo general, “las madres necesitan cuidado desde antes del embarazo, durante el cual y en la etapa de lactancia de su hijo, sin embargo, cada vez más se está perdiendo la costumbre de amamantar a los niños en razón de que muchas de las mamás son trabajadoras, otras han recibido malos consejos en torno a la alimentación del niño y otras por descuido personal tienen mala alimentación o bien otras enfermedades”.

Por tanto, “lo que tenemos que hacer es favorecer la buena salud de la madre desde antes del parto con cuidados especiales en su alimentación, en el ejercicio y cuando hay otras enfermedades como diabetes, presión arterial elevada, sobre peso u obesidad y adversidades cardiacas porque son las que van a afectar a la madre y al bebé”.

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Después, “una vez que nace el niño, se debe asegurar una alimentación adecuada, la madre no debe comer mucho, pero sí bien, la mayoría de las abuelas recomiendan comer lo doble, pero eso no es cierto, deben de comer bien y esto implica que se ingiera una adecuada proporción de proteínas presentes en carne, leche, huevos, hidratos de carbono en verduras y frutas”.

Es decir, “la alimentación de la madre es fundamental y necesario atender las medidas preventivas contra los padecimientos, la protección contra el cáncer y la vigilancia de su presión arterial ya que es una de las complicaciones más frecuentes en el momento del parto, después de este y sobre todo en aquellas que puedan ser diabéticas, ya que una de cada seis madres se reporta con prediabetes, lo que exige una vigilancia estricta y cuidadosa”.

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